En la cárcel de Ayutthaya, a 80 kilómetros de Bangkok en Tailandia, se realiza cada año desde el 2012 un atractivo evento deportivo.
El programa para los presos se llama “Prison Fight”, un torneo de Muay Thai (boxeo birmano) que deja al ganador con el premio de su libertad.
La prisión de Khao Prik es una de las principales sedes en las que se practica éste torneo, creado en 2012, y que según su página web PrisonFight está orientado a “dar a los presos un objetivo, una esperanza”.
La competencia consta de cinco combates (cifra que puede variar), en los que los reos se van eliminando hasta llegar a la final, en la que deben pelear contra un boxeador profesional de Muay Thai. La única condición para participar del programa es que deben estar cumpliendo una condena de larga duración.
Uno de los casos más relevantes fue el del luchador de Muay Thai profesional Cody Moberly, quien fue la víctima del asesino Khaopan, que con su victoria en el torneo consiguió el indulto.
Desde su creación en 2012, ya son varios los que pudieron salir de prisión. Chalernpol Sawangsuk es otro recluso que fue exonerado tras vencer al boxeador británico Arran Burton.
“No luchan por dinero, luchan por su libertad”, detalló Dave Leduc, peleador profesional canadiense, y agregó: “Yo sólo lucho por el honor y la gloria”.