La policía de Florida arrestó el lunes por la madrugada al golfista estadounidense Tiger Woods supuestamente por conducir bajo influencias de alcohol, sustancias químicas y marihuana.
Sin embargo, algunos medios locales reportaron que las pruebas de alcoholemia y de drogas que le realizaron, resultaron negativas.
Ésta situación podría reforzar el argumento de Tiger, quien declaró a la policía que su estado fue provocado por reacción ante unas medicinas que se había tomado.
Los resultados para comprobar que todo fue culpa de los medicamentos estarán listos dentro de unas semanas. Para calmar los ánimos, Woods expresó en un comunicado oficial que el alcohol no estuvo involucrado y que todo fue culpa de los medicamentos.