Una serie dramática de ciencia ficción producida por AMC y el Channel 4 británico fue estrenada en 2015 adelantando un futuro cercano en el que seres humanos convivirán con robots humanoides llamados “Sintéticos” provistos con la más avanzada inteligencia artificial y creados con la finalidad de ayudar con las tareas de la casa y la rutina diaria.
“Humans” logró abordar con éxito los dilemas a los que una familia tipo seguramente deberá enfrentarse en los próximos años al introducir a su círculo íntimo a extraños robots de aspecto amigable, los cuales debido al realismo de sus facciones y la naturalidad de su comportamiento seguramente vayan a alterar el status quo dentro de hogares de todo el mundo en el futuro inmediato.
La llegada de la cordial “sintética” Anita a la vida de los Hawkins, un matrimonio con dos hijos que se resiste a caer en la tentación de contar con un ayudante artificial en su hogar, obligó a replantear la dinámica de relacionamiento entre los protagonistas de la historia detonando una sucesión de hechos en la narrativa que conducirían a una grave crisis familiar.
Uno de estos momentos bisagra ocurrió cuando una noche solo en su casa y algo pasado de copas, Joseph el patriarca de los Hawkins protagonizado por el reconocido actor británico Tom Goodman-Hill, decide avanzar sexualmente sobre su atractiva ayudante robótica activando el “modo íntimo” mediante el cual propietarios adultos de los humanoides en cuestión podían programarlos rápidamente para iniciar relaciones carnales con el consentimiento legal del fabricante del aparato.
El gran mérito de “Humans” fue adelantarse a su época y plantear, de manera completamente realista que dista de ser una narrativa futurista o de ciencia ficción en lo más mínimo, los dilemas que se presentarán a nivel social, cultural y psicológico cuando estos robots antropomórficos se comiencen a integrar a las grandes sociedades del mundo desarrollado.
Fuera del plano de las ficciones televisivas, sin lugar a dudas uno de los innovadores más inesperados en el ámbito de los robots humanoides con inteligencia artificial es RealDoll, el fabricante de muñecas sexuales con base en California que se encuentra probando prototipos alimentados por inteligencia artificial, que le permitirá a sus usuarios “customizar” a sus sintéticos para poder crear a lo largo del tiempo una relación lo más similar a la que podrían tener con una persona de carne y hueso.
Con fecha de lanzamiento estimada para el 15 de abril próximo, la aplicación para smartphone “Harmony AI” permitirá elegir entre una variedad de aspectos de comportamiento para programar a las muñecas sexuales, a la vez que los robots podrán “aprender” de sus usuarios y adaptar su comportamiento en base a los hábitos de su propietario.
En diálogo con Digital Trends, Matt McMullen CEO de la compañia, aseguró que desarrollaron la aplicación para agregar una nueva capa a las relaciones con sus productos. “Muchos de nuestros clientes dependen de su imaginación para asignarle una personalidad a sus muñecas. Con Harmony AI podrán realmente crear esas personalidades” aseguró el ejecutivo.
El objetivo principal es que los propietarios de los robots puedan llevar adelante conversaciones generando una alternativa diferente a una relación íntima con un humano, algo que sin lugar a dudas tendrá un enorme atractivo para muchos en la era de las redes sociales y aplicaciones que expertos aseguran complican en extremo la generación de vínculos reales y duraderos entre personas adultas, independientemente del género u orientación sexual.
Representantes de la empresa aseguran que las conversaciones no se limitarán al ámbito sexual y buscarán ayudar a un segmento de la población que cuenta con limitaciones a la hora de establecer conexiones cercanas pero a la vez permitirá explorar nuevos horizontes en el mundo de las relaciones sexuales, convirtiendo en realidad algo que distintos films y series de ciencia ficción vienen adelantando hace años: la robofilia.
La aplicación en cuestión es un adelanto de una catarata de innovaciones que se aplicarán al mundo de las relaciones sexuales del futuro con tecnologías como la realidad virtual, en lo que se espera evolucione en una industria multimillonaria que se convertirá en el mediano plazo en algo “mainstream” que sus consumidores no estarán obligados a ocultar.
En una entrevista con Breitbart, el futurólogo Dr. Ian Pearson adelantó que el sexo con robots será una experiencia completamente emocional y que los usuarios gastarán en sus atractivas compañeras robóticas una cifra similar al costo de un vehículo familiar mediano.
Justamente la variable del costo será la que mantenga al potencial mercado para estos dispositivos relativamente reducido en el corto plazo, dado que se estima que los robots con capacidad de crear un vínculo con sus usuarios mediante la tecnología de inteligencia artificial tengan un precio promedio de unos 10.000 dólares, sólo para las “cabezas inteligentes” compatibles con la app.
Al parecer el poder tener la posibilidad de hablar con los humanoides no será accesible para todo el mundo, pero expertos aseguran que a medida que la tecnología gane más adeptos y se construya la demanda, los precios se verán disminuidos drásticamente.
Otro de los avances que se espera lleguen para 2017 viene de la mano de las cabezas completamente robotizadas, que estarán sincronizadas con la aplicación de Harmony AI para ofrecer una experiencia realista a la hora de entablar las conversaciones.
Distintos movimientos faciales, en conjunto con el parpadeo de los ojos y el movimiento de la boca permitirán “engañar” a los usuarios y fortalecer el vínculo con su robot, que ofrecerá entre otras cosas un esqueleto flexible y una boca con labios de tacto llamativamente real.
Cada robot de silicona demanda unas 80 horas de trabajo artesanal, y distintos pedidos especiales en lo que hace a los rasgos faciales pueden demandar horas extra y obviamente un precio todavía mayor.
RealDoll fabrica las muñecas en San Marcos, California desde 1996 y exporta a diversos mercados internacionales, con una oferta actual basada en 18 tipos de cuerpo femenino y dos masculinos con precios que van desde los 6.500 dólares hasta los más de 12.000 para los modelos personalizados