El Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) llevó a cabo una presentación sobre el uso de microorganismos benéficos en el control de enfermedades en el cultivo de ajonjolí en el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias General Augusto C. Sandino (CNIA), en Managua.
En el evento participaron 45 productores de los municipios de San Francisco Libre, Masaya y Rivas, quienes recibieron capacitación sobre el uso de los microorganismos Trichoderma y Bacillus subtilis.
Estos microorganismos son empleados para controlar enfermedades causadas por hongos, lo que asegura la sanidad de las plantas y favorece su desarrollo frente a las variaciones climáticas. En el caso del ajonjolí, el uso de estos bioinsumos ha demostrado aumentar la producción en un 50%, alcanzando hasta 18 quintales por manzana, superando así la media nacional de 12 quintales por manzana con métodos convencionales.
La Trichoderma es un hongo que actúa como agente biológico para prevenir y combatir diversas enfermedades en cultivos, mientras que el Bacillus subtilis promueve el desarrollo de las plantas, mejora la capacidad fotosintética y la absorción de nutrientes y agua, además de generar un efecto antagonista contra patógenos que afectan los cultivos. La aplicación de estos microorganismos contribuye a una mayor sostenibilidad en la agricultura.
Durante el encuentro, también se discutieron los beneficios de los bioinsumos en la agricultura, destacando su impacto positivo en la productividad de los cultivos, la salud del suelo y la reducción de la dependencia de agroquímicos sintéticos. Esta práctica contribuye a disminuir los costos de producción, lo que representa una ventaja para los pequeños y medianos productores del país.