Un sacerdote italiano de 48 años fue capturado y puesto bajo prisión preventiva, por el presunto abuso sexual en contra de un menor entre 2015 y 2020, en la región de Calabria, en el sur de Italia.

La víctima, un adolescente de 16 años en el momento de los hechos, participaba en las actividades asociativas de la parroquia, organizadas por el clérigo.
Según los investigadores, el religioso habría «aprovechado su posición y la difícil situación familiar del joven» para establecer «una relación ambigua» con él, antes de agredirlo sexualmente «en lugares aislados de la estructura eclesiástica».
Según las investigaciones, el religioso habría abusado de varios niños entre 10 y 12 años en Milán y Verona.
A diferencia de otros países que iniciaron investigaciones sobre los escándalos de pederastia cometidos por clérigos, Italia, un país de mayoría católica donde la Iglesia sigue siendo muy influyente, no ha llevado a cabo una labor similar a nivel nacional.