Tormenta tropical Melissa ya no viene a Nicaragua se dirige hacia Haití y Jamaica

El sistema ciclónico Melissa se convirtió en una tormenta tropical en el Mar Caribe, convirtiéndose en el decimotercer evento nombrado de la temporada de huracanes del Atlántico 2025 y generando un estado de alerta máxima en varios países caribeños que ya están sintiendo los primeros efectos de este fenómeno meteorológico.

Decimotercera tormenta de la temporada pone en alerta roja a Haití y Jamaica
Decimotercera tormenta de la temporada pone en alerta roja a Haití y Jamaica

Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), Melissa se formó oficialmente el martes 21 de octubre en el centro del Mar Caribe, con vientos máximos sostenidos de 72 km/h que la clasifican como tormenta tropical. El NHC indica que «Melissa es actualmente una tormenta tropical con vientos máximos sostenidos de 45 mph, desplazándose lentamente sobre el Caribe central«, según el reporte oficial de la institución meteorológica estadounidense.

El NHC publicó su tradicional «cono de incertidumbre«, mostrando la posible trayectoria de la tormenta y advirtiendo que los efectos de Melissa —lluvias, vientos y oleaje— pueden sentirse mucho más allá del centro del sistema. El organismo también emitió alertas de tormenta tropical (código azul) para Jamaica y advertencias de huracán (código rojo) para partes de Haití, mientras que Aruba, Bonaire y Curazao están bajo alerta amarilla por lluvias intensas y mar agitado.

Melissa se fortalece en el Caribe central mientras países activan protocolos de emergencia
Melissa se fortalece en el Caribe central mientras países activan protocolos de emergencia

Haití se encuentra en la situación más crítica, ya que el NHC ha emitido una alerta de huracán para la península sur de Haití, desde la frontera con República Dominicana hasta Puerto Príncipe. Se esperan lluvias de 5 a 10 pulgadas, con riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra que podrían afectar gravemente a la población haitiana. Medios locales informan que «las autoridades han pedido a la población mantenerse informada y prepararse para condiciones severas a finales de la semana».

Jamaica también está bajo alerta de tormenta tropical para toda la isla, anticipando lluvias de 1 a 3 pulgadas y vientos con ráfagas peligrosas que podrían causar daños considerables. «Las autoridades jamaicanas instan a la población a estar alerta y tomar medidas preventivas ante la posible llegada de Melissa».

En Puerto Rico y República Dominicana, aunque no tienen alertas directas, los servicios meteorológicos locales recomiendan monitorear el desarrollo de la tormenta, ya que se esperan lluvias y oleaje elevado que podrían afectar las actividades costeras. Cuba y las ABC Islands se mantienen en vigilancia ante la posibilidad de lluvias intensas y vientos fuertes si la tormenta cambia de trayectoria hacia sus territorios.

Expertos en meteorología advierten que, aunque la trayectoria de Melissa aún es incierta, «las lluvias intensas y los vientos pueden causar daños significativos incluso si el centro de la tormenta no impacta directamente».

Advertencias científicas sobre intensificación por cambio climático

Meteorólogos y científicos del clima coinciden en que el calentamiento de los océanos está favoreciendo la formación de tormentas más intensas y lluvias más extremas que representan una amenaza creciente para la región. «Una tormenta severa en el clima actual probablemente traerá lluvias más intensas y vientos más extremos que una tormenta similar hace unas décadas», explicó el profesor Douglas Parker, de la Universidad de Leeds.

Los expertos subrayan la importancia de atender las alertas oficiales y no subestimar el riesgo, ya que «las advertencias meteorológicas rojas advierten a la población de un peligro inminente y riesgo para la vida», según el Dr. Jess Neumann, de la Universidad de Reading, quien enfatiza la gravedad de la situación actual.

La región del Caribe ha sido históricamente vulnerable a tormentas tropicales y huracanes, con eventos recientes como Eta, Iota y Julia causando graves daños en años anteriores y dejando miles de damnificados en toda la región. El aumento de la frecuencia e intensidad de estos fenómenos se asocia al cambio climático y al calentamiento de las aguas del Atlántico que proporciona más energía a estos sistemas meteorológicos.

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