Insólito, lo que debía haber sido un día de alegría y unión familiar, terminó convirtiéndose en una pesadilla que dejó a la familia protagonista y a una comunidad de Tola, en el departamento de Rivas, destrozados.

El pasado 16 de noviembre, don Juan Alberto Baltodano de 48 años, sufrió un infarto cardíaco una hora antes de su boda religiosa, llenando de tristeza lo que prometía ser el día más feliz de su vida y de su amada, Heyling del Carmen Espinoza de 42 años.
Después de casi 20 años de matrimonio civil y mucho amor, don Juan y Heyling, decidieron unirse ante Dios en matrimonio religioso y para ello, un día antes de la boda, es decir el 15 de noviembre, renovaron su fe al bautizarse juntos.
Todo estaba listo para el gran día, sin embargo, todo cambió en un parpadeo como decimos popularmente.
Al llegar el gran día, el domingo 16, en la mañana don Juan Alberto, muy emocionado se encargó de organizar los detalles para su boda en la iglesia Apostólica. “Mira Heyling quedó muy bonita la iglesia”, le dijo a su amada al regresar a casa para alistarse.
De repente, comenzó a sentirse mal y fue llevado de inmediato al centro de salud de la zona, donde los médicos confirmaron su muerte.
La noticia fue un golpe devastador para mí, nuestros tres hijos (26, 19 y 16 años), demás familiares y miembros de la iglesia a la que asistían. “Es muy difícil aceptarlo, pero sé que Dios lo ha llamado”, dijo entre lágrimas doña Heyling.
La boda que debía ser una alegre celebración se convirtió en una triste despedida, donde la familia Baltodano Espinoza, repartió la comida preparada para el festín en la vela de Juan Alberto, quien deja un vacío irremplazable para sus seres queridos.
El último adiós a Juan Alberto Baltodano se realizó a las 2 de la tarde de hoy miércoles en el cementerio de Nancimí, en Tola.