La nicaragüense Marisol Rodríguez Cordero, de 40 años de edad, fue asesinada por su ex cónyuge tico, de apellidos Solera Anchía, de 28 años, en la Colonia Puntarenas en el cantón de Upala, provincia de Alajuela, en Costa Rica, la mañana de ayer lunes.
La Fuerza Pública de Costa Rica informó que a través del Sistema de Emergencias conocieron que una mujer había sufrido heridas de arma blanca y golpes, pero al llegar al sitio les indicaron que había sido trasladada al Hospital de Upala, donde falleció.
El cuerpo de Marisol Rodríguez presentaba heridas hechas con arma blanca y golpes en la cabeza causados con una piedra.
La madre de Marisol Rodríguez Cordero, doña Berthilda Cordero, de 65 años, dijo que ella presenció el momento en que el sujeto le quitó la vida a su hija a golpes y con el arma blanca.
El ataque ocurrió cuando el sujeto irrumpió en la vivienda de Marisol y le dijo: “Usted sabía que esto iba a pasar”, y acto seguido la golpeó con la piedra y la acuchilló hasta matarla en el corredor.
A pesar de que los unía su hija menor, Marisol y el tico estaban separados. Ella había acudido a instancias judiciales para pedir que el sujeto no se le acercara, debido a que ya no lo aguantaba, pero él la acosaba y buscaba.
El femicida era peón de construcción y luego del crimen huyó a bordo de una motocicleta, por lo que las autoridades iniciaron un operativo de búsqueda, hasta capturarlo en una zona piñera.
Según las autoridades costarricenses, el femicida tenía medidas cautelares por violencia doméstica contra la matagalpina, sin embargo, eso no fue suficiente.
Marisol tenía varios hijos, pero con el femicida solo tenía una niña de un año y 7 meses que ahora está en manos del Patronato Nacional de la Infancia, mientras se determina a cuál de los familiares de ella le será entregada la custodia.
Rodríguez Cordero, nació en 1984 en la comunidad La Primavera en El Tuma-La Dalia, Matagalpa, pero desde los 12 años de edad vivía en Costa Rica, donde era estilista y tenía una peluquería.