El miembro de la Mara Salvatrucha, Sergio Antonio Umaña Salamanca, alias “Pitbull”, “Pinolillo” o “Ciclón”, fue remitido a audiencia inicial para el próximo 3 de agosto, en Managua, por los delitos de crimen organizado, transporte de estupefacientes, lavado de dinero y portación ilegal de armas de fuego.
Al ser acusado por la Fiscalía ante la Jueza Noveno Distrito Penal de Audiencia, Indiana Gallardo, “Pitbull” admitió que en Nicaragua se hacía llamar Manuel Lira Salmerón, debido a que era uno de los 100 más buscados por las autoridades salvadoreñas, por haber matado a otro marero apodado “El Churruco”.
Junto al salvadoreño Sergio Umaña Salablanca también fueron puestos a la orden de la jueza los chinandeganos Arturo Epifanio Berríos Ramírez y Wilfredo Antonio Álvarez Montano, quienes también fueron acusados por crimen organizado, transporte de estupefacientes y lavado de dinero, ya que apoyaban en el traslado de drogas.
De acuerdo a la acusación, los tres sujetos fueron capturados el 7 de julio de este año, después que la Policía le dio seguimiento desde el 2016 a una banda de ocho sujetos, cinco de estos prófugos, quienes trasladaban cargamentos de entre 400 a 500 paquetes de cocaína de Costa Rica hacia El Salvador.
La fiscalía detalló que la banda realizaba sus trasiegos de droga a través de la zona de Padre Ramos, Punta Ñata y Mechapa, en Chinandega, así como en Estelí, Matagalpa y León.
En un registro hecho por la Policía en una finca de “Pitbull” en Nagarote, León, y en otra vivienda en la carretera Nueva León, le ocuparon 328 mil 328 dólares ocultos en un barril y varias armas de fuego a Pitbull, quien era cabecilla de una clica de la Mara Salvatrucha desde el 26 de julio del 2015.
En la finca de Nagarote, el matero tenía motos, camionetas y camiones para sus operaciones, y además adquirió una casa en Vistas al Momotombo donde almacenaba droga y dinero, y planificaba sus trasiegos en alta mar haciendo contacto con Mario González, de playa El Tamarindo, El Salvador.
Mientras se realiza la audiencia inicial, la jueza Gallardo les impuso la prisión preventiva a los tres acusados y decretó tramitación compleja del caso, porque la Policía sigue investigando a la agrupación y falta la captura de los otros cinco sujetos.