El hondureño Felipe Ávila González, de unos 28 años, fue encontrado muerto en el caño del barrio Martha Quezada, que desemboca en el Río Coco, en Wiwilí, Nueva Segovia.
El cuerpo sin vida del catracho fue descubierto flotando boca abajo a eso de las seis de la mañana de hoy lunes por lugareños que circulaban por el sector rumbo a sus trabajos.
Los pobladores avisaron de inmediato a la Policía, que se trasladó al lugar para recuperar el cuerpo, confirmando que falleció por sumersión.
Habitantes de la zona indicaron que el hondureño fue visto anoche en una corrida de toros en Wiwilí y se presume que se ahogó en la madrugada de hoy, cuando andaba en estado de ebriedad.