Un jurado popular declaró culpable a la nicaragüense Odil Cristina Moreira Martínez, de 38 años de edad, quien confesó haber matado a su hijo de cinco años en Valencia, España, para apartarlo de su marido, con quien no mantenía una buena relación y había mostrado intenciones de quedarse con el menor.
Los hechos se remontan al año 2015, cuando la acusada residía junto a su pareja, el valenciano Rafael Roig, de 70 años, y su hijo de cinco años, en una vivienda de la localidad de Almássera.
La mujer relató que el 23 de mayo de 2015 decidió acabar con la vida de su hijo al que suministró un fármaco para dormirlo y, una vez desvanecido en la cama, lo asfixió con un almohadón, y después ella se realizó una herida en el abdomen con la intención de matarse.
«Mi idea era llevármelo al cielo conmigo», dijo la mujer en su reconocimiento de los hechos ante un jurado en la Audiencia de Valencia.
Ahora, Odil Moreira enfrentará una pena de 18 años de prisión por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco.
Según el ministerio público, la acusada presentaba antecedentes psiquiátricos patológicos con síntomas ansiosos-depresivos, rasgos de personalidad límite y marcada inestabilidad emocional, pero al momento de cometer el crimen se encontraba en sus plenas facultades mentales.