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martes, junio 24, 2025

Compañera Rosario Murillo: Queremos justicia, vivir tranquilos, vivir seguros, trabajando y prosperando

La Copresidenta de Nicaragua, Compañera Rosario Murillo se dirigió a las familias nicaragüenses tras finalizar el acto en conmemoración del 89 aniversario del natalicio del Comandante Carlos Fonseca Amador.

«En estos tiempos difíciles. Como decía Charles Chaplin: tiempos modernos. Esta es la modernidad, no lo dudo. La modernidad tendría que ser la construcción de un mundo mejor, un mundo justo, solidario, fraternal y complementario», subrayó la Copresidenta de Nicaragua. 

Destacó que «esta es la modernidad que las potencias hacen prevalecer en el mundo y nosotros, los pueblos, países que vinimos de tanta lucha, tanta historia memorable, sabemos que esta no es la modernidad que nosotros queremos»

Remarcó que el pueblo de Nicaragua es un pueblo luchador que «queremos justicia, vivir tranquilos, vivir seguros, trabajando y prosperando, y eso es lo que tenemos que garantizar, unidos todas las familias nicaragüenses, porque juntos es que tenemos que ir adelante. Cuando vemos las dificultades, los riesgos, las amenazas, las locuras hablamos de locura climática, hablamos de locura política, locura social y sobre todo locura codiciosa, locura de supremacías, de autoritarismo, de pretensión de dominio»

Indicó que «hablamos, vemos y el mundo entero padece de esas locuras aunque aquí gracias a Dios tenemos paz y la defendemos, y la resguardamos, y caminamos hacia el futuro, con fe y esperanza, porque esa es nuestra convicción cristiana»

«Sabemos que todos esos bamboleos demenciales que vemos, que conocemos en el mundo, afectan a los pueblos, sobre todo a los pueblos, la economía global, los precios en alza y tanto otro riesgo de mortandad», dijo la Compañera Rosario Murillo. 

Recordó que «ya el Comandante (Daniel) explicaba cómo se desarrollaron crímenes, atroces, con armas atómicas. Y por eso décimos estos son momentos de grave peligro porque cuando se dieron las decenas de millones de víctimas en la Segunda Guerra Mundial, no había todavía bombas atómicas, ahora hay armamento atómico y estamos más expuestos todos a una catástrofe global»

«¿Qué nos queda? Trabajar duro con esperanza, sostenernos desde la fuerza de espíritu que nos caracteriza, desde la fe y conservar la paz. La paz en unidad, la paz para prosperar paso a paso, la paz para reconocernos y entendernos entre los pueblos que creemos y que sabemos que la verdad, la justicia y el derecho de todos a vivir seguros y tranquilos debe prevalecer», exclamó. 

Enfatizó que «para eso hay que aportar y para eso hay que trabajar duro en los foros internacionales y contribuir a ese sueño, la refundación, la reinvención de las Naciones Unidas para que sirva a los pueblos y para que desde ese organismo podamos realmente defender nuestros derechos».

Además, recordó que «siempre escuchaba, las teorías, las historias al padre Miguel d’Escoto Brockman que soñaba con unas Naciones Unidas, reinventada, refundada para servir al derecho de los pueblos a la justicia, a la verdad y para frenar las guerras, los conflictos, las tribulaciones que nosotros mismos desde los pecados capitales nos provocamos, digo nosotros como familia humana, como comunidad planetaria«

«Hoy también en el Día del Padre, también a mediodía me referí, un tema que yo sé que es delicado y sensible sobre todo para las familias donde tenemos que reconocer que nos hace falta todavía trabajar mucho por la responsabilidad de los padres, con los hijos, con la familia y no solo nos proponemos seguir trabajando, sino seguirnos convenciendo todos, porque es convencer, la labor es para convencer de las responsabilidades que tenemos sobre las mujeres y hombres del futuro que criando en un ambiente amoroso, generoso de responsabilidad de toda la familia, pues obviamente, también esperamos todos crear un mundo mejor», dijo. 

«Cuándo no recordar al Comandante Carlos, no solo el 23 de junio, no solo el 8 de noviembre emocionarnos con su legado y convertir ese legado en camino y compromiso de victorias todos los días. Hoy no solo le evocamos, le recordamos, le reconocemos, sino que nos sentimos orgullosos; decía a mediodía de su maestría, maestro fue Carlos, además, un ser humano, yo no lo conocí personalmente, pero quienes tuvieron el privilegio y el honor de conocerlo siempre se refieren a él como un ser humano excepcional, extraordinario que supo trabajar en todo tiempo para armonizar las personalidades, las maneras de ser de los compañeros en el Frente y cuando vivimos el dolor de su caída también supimos que hasta el último momento había dado todo su aliento, toda su fuerza y además todas su fe y su confianza en el pueblo revolucionario de Nicaragua y en la Revolución que llegaba inspirada obviamente por ser extraordinario y formidable como Carlos», destacó la Copresidenta de la República. 

«Aquí estamos entonces viendo, viviendo este mundo que parece irreal, pero no, es real. Lo que es irreal son los cuentos que nos cuentan. Esos cuentos que quieren que creamos. También, sabemos ver más allá de las palabras, ver las intenciones, los propósitos y aprender de la historia de la humanidad y aprender también de lo que sabemos que son nuestros vicios como humanidad y sobre todo el afán de dominio, ese incontrolable deseo de ser superior o de aparecer como superiores que tuvo su máxima expresión en el nazismo que fue derrotado y, por lo tanto, no podemos como humanidad también permitir que retorne de ninguna forma. Los seres humanos tenemos que saber convivir en este planeta que Dios nos ha dejado a todos y donde las enseñanzas de Cristo Jesús fueron claras, amarnos los unos a los otros ¿Qué quiere decir? Saber convivir, compartir y ser no solo hermanos sino solidarios y promover, justicia y paz«, mencionó. 

«Aquí estamos entonces compañeros, compañeras un año más de vida eterna del Comandante Carlos, Jefe de nuestra Revolución y un tiempo que nos lleva siempre más allá, en victorias, en lucha, convicción invariable y victoria; somos inclaudicablemente revolucionarios, optimistas»

La Copresidenta de Nicaragua recordó «una vez conversando con el Comandante Fidel además me regaló su último libro y lo autografió decía de un optimista inclaudicable, ese optimismo nos debe caracterizarnos a todos porque hay que creer y tenemos la fe y la fuerza de espíritu para creer y para saber que vamos adelante siempre 19 y siempre más allá compañeros y compañeras».

«El mundo tiene que cambiar y otro mundo no solo es posible, sino necesario e imprescindible. Un abrazo grande a todas las familias nicaragüenses. ¡Abrazos!», finalizó la Copresidenta de Nicaragua, Compañera Rosario Murillo.

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