Las infraestructuras de las paradas han sido mejoradas significativamente, incorporando normas y elementos de accesibilidad que garantizan mayor seguridad e inclusión, especialmente para personas con discapacidad visual.

Según explicó Julio Moreno, funcionario de la Alcaldía de Managua, cada parada cuenta con una rampla de acceso adaptada, la cual incorpora una pista podotáctil (una guía táctil colocada en el suelo), diseñada específicamente para personas no videntes.
Esa pista permite orientar y guiar a los usuarios desde la vía peatonal hasta el punto exacto donde deben esperar la unidad de transporte.
Una vez en la parada, los usuarios no videntes pueden ubicarse fácilmente en las bancas gracias al recorrido de la pista podotáctil, y cuando se aproxima su autobús, pueden seguir la misma guía para abordar con mayor seguridad.
Además, se ha instalado un semáforo peatonal de tamaño reducido, útil para todos los peatones, pero especialmente pensado para personas con discapacidad, que necesitan apoyo visual y sonoro para cruzar con seguridad el paso de cebra cercano.

La infraestructura también incluye barandales dobles en ambos extremos de la rampla, con alturas adecuadas (75 cm y altura estándar), lo cual proporciona mayor estabilidad y referencia física para personas con discapacidad visual o movilidad reducida.
Las paradas miden 3.50 metros de ancho por 30 metros de fondo, y han sido construidas con materiales de alta calidad: estructuras metálicas, bancas cómodas y rejillas traseras que protegen a los usuarios del viento y del tráfico cercano. También se han colocado polardos con franjas lumínicas, que actúan como elementos de protección tanto para los peatones como para los vehículos que circulan por la zona.