Un estudio reciente realizado por la Universidad de Virginia, al noreste de Estados Unidos (EE.UU.) reveló queanalizar el Twitter puede ser una estrategia eficaz para combatir crímenes.
La investigación, publicada en el periódico científico Decision Support Systems, indicó que muchos delitos o agresiones pueden ser detectados por adelantados si se analiza de forma adecuada la información que se publica en esta red social.
El análisis de tuits permite predecir 19 de 25 formas de criminalidad, en especial el acoso u hostigamiento, el robo y algunos tipos de agresión, dijeron los investigadores.
El autor principal del estudio, Matthew Gerber, del Laboratorio de Tecnología Predictiva de la Universidad de Virginia (noreste), sostuvo que las conclusiones pueden sorprender, porque, está claro, las personas rara vez tuitean directamente los crímenes que van a cometer.
«Aunque los tuits no tengan relación directa con un crimen, contienen elementos valiosos sobre las actividades de sus autores y su entorno», indicó el investigador.
«La gente tuitea sobre sus actividades de todos los días», explica Gerber. «Estas actividades rutinarias los colocan en un contexto en el cual hay posibilidades de que ocurra una infracción. Por ejemplo, si yo y muchas otras personas tuiteamos que vamos a emborracharnos esta noche, sabemos que tendrán lugar algunas infracciones asociadas al alcohol».
Gerber y sus colegas analizaron los tuits de algunos vecindarios de Chicago, ayudados por la base de datos de la criminalidad en la ciudad. Así, pudieron hacer predicciones sobre las zonas en las que hay riesgo de que se produzcan determinados tipos de delitos, lo cual puede ser útil para la asignación del presupuesto de seguridad o para el despliegue de policía en el terreno.
El estudio fue financiado por el ejército estadounidense, que, de acuerdo con Gerber, utiliza técnicas similares para determinar amenazas hacia sus fuerzas en Irak y Afganistán.
El especialista destacó que no hay límites para el uso de su modelo de predicción, sin embargo, algunos crímenes -como los secuestros o los incendios intencionales- no logran ser pronosticados.