Tener un pene con una extensión menor al promedio no debiera ser un problema. Es solo cuestión de conocer cuáles son las posiciones y movimientos que más los enciende a cada uno.
#1 ¡Piernas arriba!
Esta es una posición perfecta para que el miembro viril no se salga de la vagina. La mujer debe colocar sus piernas por encima de los hombros del hombre para que este la penetre. Con esta pose, el acceso al punto G está garantizado.
#2 Montaña perrito
Esta postura es igual a “la del perrito”, solo que se debe colocar unas cuantas almohadas debajo del torso de la mujer para conseguir mayor estabilidad. La clave está en que, una vez que se introduce el pene en la vagina, la mujer debe apretar los glúteos y el hombre empujar con fuerza hacia adentro.
#3 Vaquera invertida
Con esta postura la mujer consigue un placentero masajeo del clítoris.
El hombre debe acostarse y la mujer sentarse de espaldas sobre su miembro. De este modo la mujer puede controlar el movimiento y evitar que el pene se deslice.
#4 Mariposa
El hombre debe estar de pie y la mujer acostada sobre una mesa u otro apoyo a una altura menor a la ingle. Una vez lograda la posición, el hombre debe tomar el trasero de la mujer entre sus manos y penetrarla mientras ella aprieta sus glúteos.
#5 Cucharita
Es la típica postura de cuchara en la que el hombre se sitúa por detrás de la mujer. Una vez que el hombre penetra la vagina, la mujer debe colocar sus piernas en posición fetal para contribuir a que el canal vaginal se estreche y así evitar que el pene se salga.
#6 Perrito
La clásica “posición del perrito” con la mujer en cuatro patas, es ideal para una penetración profunda. El hombre puede controlar la velocidad y el movimiento.
#7 División de bambú
Tumbada sobre la cama, la mujer tiene que llevar una pierna al hombro del hombre y este debe tener una pierna sobre la cama y la otra curvada.
De esta forma, el hombre sentado sobre los muslos de la mujer sujeta su pierna (la que está apoyada en el hombro) a la vez que ejerce presión con su pene penetrando la vagina.