Tailandia dio un paso histórico este jueves 23 de enero con la entrada en vigor del matrimonio igualitario, convirtiéndose en uno de los pocos países de Asia que reconoce las uniones entre personas del mismo sexo, junto con Taiwán y Nepal.
Este avance fue celebrado con entusiasmo en varias ciudades del país, especialmente en Bangkok, donde se llevó a cabo una emotiva boda colectiva respaldada por el Gobierno de la primera ministra Paetongtarn Shinawatra.
Durante la jornada, más de 1.800 parejas formalizaron sus uniones. Según datos de Bangkok Pride, 616 parejas de hombres y 1.216 parejas de mujeres contrajeron matrimonio, lo que refleja el impacto de esta legislación en la comunidad LGTBI del país.
El reconocimiento legal en Tailandia llega en un contexto donde, en muchas partes de Asia, el colectivo LGTBI aún enfrenta discriminación y persecución. Países como Malasia, Indonesia o Afganistán mantienen políticas restrictivas y estigmatización hacia estas comunidades.
Taiwán y Nepal, pioneros
Taiwán fue pionero en 2019 al legalizar el matrimonio igualitario, un avance significativo que se ha ampliado con derechos como la adopción igualitaria. Sin embargo, en China, aunque la homosexualidad no está penalizada, la comunidad LGTBI enfrenta crecientes desafíos sociales y políticos.
Nepal también hizo historia en noviembre de 2023 al registrar el primer matrimonio homosexual del sur de Asia, tras una decisión del Tribunal Supremo que ordenó reconocer las uniones del mismo sexo.
India y Japón, a medio camino
En India, el matrimonio igualitario aún no es una realidad, a pesar de la despenalización de la homosexualidad en 2018. El Tribunal Supremo dejó la decisión en manos del Gobierno, que se opone a su legalización. Japón, por su parte, es el único miembro del G7 que no reconoce estas uniones, aunque ha habido progresos a nivel local y judicial.
La aprobación del matrimonio igualitario en Tailandia marca un avance crucial para los derechos LGTBI en la región. Las celebraciones que tuvieron lugar en Bangkok y otras ciudades son un reflejo del cambio social y del compromiso con la igualdad, inspirando a otros países de Asia a seguir este ejemplo.