La violencia en Sinaloa ha alcanzado niveles críticos con al menos 359 asesinatos desde el 9 de septiembre, según cifras del diario Noroeste.
La confrontación entre las facciones de Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos” del Cártel del Pacífico ha generado un promedio de 8.1 homicidios diarios, con el 15 de septiembre y el 26 de octubre como los días más violentos, registrando 14 asesinatos cada uno. En paralelo, se reportan 426 desapariciones en este periodo, de las cuales solo el 64 % se encuentran oficialmente documentadas en la Fiscalía.
La ola de violencia también ha desencadenado un aumento en otros delitos, incluyendo 1,191 robos de vehículos, saqueos y vandalismo en diversas zonas del estado.
A esto se suman 46 personas abatidas y 100 detenidas, entre ellas líderes como Mario Alexander Gámez Cuevas, alias “El Piyi”, y Marcelino Ticante Castro, alias “El Fantasma”, vinculados al crimen organizado. La situación refleja el impacto del conflicto interno en la vida cotidiana de los ciudadanos, quienes enfrentan una creciente inseguridad.
Este escenario se desató tras la detención en Texas de Zambada y Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, lo que ha intensificado las tensiones internas del cártel. Desde entonces, los choques entre las facciones han transformado a Sinaloa en un territorio de enfrentamientos diarios y crímenes, ante los esfuerzos de las autoridades por contener la violencia sin resultados concluyentes.