Una intensa ola de calor azota el sur de Pakistán, elevando las temperaturas por encima de los 52 grados centígrados en la provincia de Sindh, según informaron funcionarios locales.
Esta cifra se acerca peligrosamente al récord histórico registrado en el país, generando preocupación entre la población y las autoridades.
Las temperaturas extremas que se han sentido en toda Asia durante el último mes han empeorado probablemente como resultado de la acción del hombre, un fenómeno conocido como cambio climático, según afirmó un equipo de científicos internacionales.
Máximos históricos
La lectura registrada en la provincia de Sindh es la más alta del verano hasta ahora y se acercó a los máximos históricos de la ciudad y del país, que se sitúan en 53,5 °C y 54 °C, respectivamente.
En el año 2017, Pakistán experimentó la temperatura más alta jamás registrada, cuando los termómetros alcanzaron los 54 °C en la ciudad de Turbat, ubicada en la provincia suroeste de Baluchistán.
Las autoridades pakistaníes han instado a la población a tomar precauciones y evitar la exposición prolongada al sol durante las horas más calurosas del día.
Las altas temperaturas no solo representan un riesgo para la salud de las personas, especialmente para los grupos más vulnerables como niños, ancianos y enfermos crónicos, sino que también tienen un impacto significativo en la economía.
La ola de calor ha afectado la productividad en sectores clave como la agricultura y la industria, generando pérdidas económicas considerables.