El transporte fluvial en Nigeria vuelve a ser noticia tras el naufragio de una barcaza que dejó al menos 40 personas muertas y decenas de desaparecidos. El accidente ocurrió el domingo en el estado de Sokoto, al noroeste del país africano, según reportan medios internacionales como la BBC y la agencia Associated Press.

La embarcación transportaba a más de 50 pasajeros, en su mayoría comerciantes y residentes de comunidades cercanas que se dirigían al concurrido mercado de Goronyo. Según la cobertura de medios locales como The Punch y The Sun, el accidente ocurrió cuando la barcaza, que aparentemente iba sobrecargada, se volcó en pleno trayecto.
Las autoridades nigerianas confirmaron que al menos 10 cuerpos fueron recuperados durante las primeras horas de búsqueda, mientras que más de 40 personas continuaban desaparecidas, lo que hace temer un incremento en el número final de víctimas mortales en los próximos días.
El asesor especial de la Agencia Estatal de Manejo de Emergencias de Sokoto (SEMA), Hon. Aminu Liman Boding, informó a The Punch que seis personas pudieron ser rescatadas con vida, pero la esperanza de encontrar más sobrevivientes disminuye conforme pasan las horas.
Las investigaciones preliminares apuntan a la sobrecarga como la principal causa del naufragio, una situación lamentablemente frecuente en los ríos nigerianos debido a la escasez de controles y la presión económica que enfrentan los operadores de estas embarcaciones.
La falta de chalecos salvavidas y la ausencia de un registro formal de pasajeros han complicado significativamente las labores de rescate e identificación de víctimas, según destacan la BBC y la agencia AP.
El diario The Guardian (Nigeria) subraya la alarmante frecuencia de estas tragedias: solo en 2024, más de 300 personas perdieron la vida en accidentes similares, de acuerdo con datos recopilados por TheCable.
Especialistas en seguridad marítima, citados por TheCable y diversos estudios académicos, advierten que la combinación de errores humanos, falta de mantenimiento adecuado de las embarcaciones, ausencia de equipos básicos de seguridad y una regulación excesivamente laxa son factores que contribuyen a la alta tasa de siniestralidad en los ríos nigerianos.
Aunque los testimonios directos de sobrevivientes aún son escasos, medios como The Sun y The Punch han recogido el dolor y la desesperación de familiares que esperan noticias en las orillas del río. «Solo queremos saber si están vivos o muertos«, declaró una madre que perdió a dos hijos en el naufragio, palabras que reflejan el drama humano detrás de las frías estadísticas de este nuevo desastre.