La ciudadana estadounidense Verónica Green Posey, de 64 años de edad, y quien pesa 325 libras fue acusada formalmente por el asesinato de su prima Dericka Lindsay de 9 años a quien la mató al sentársele encima durante 12 minutos porque ya no aguantaba sus «berrinches».
Fue la propia madre de la menor quien llamó a su sobrina Verónica para que le ayudara a disciplinarla ya que era muy rebelde. Según los testimonios antes de matarla le había pegado con una regla y un tubo de metal por lo que la niña corrió a un sillón para esconderse y ahí fue donde murió aplastada.
La mujer fue arrestada el pasado fin de semana en Pensacola, en el Estado de La Florida, junto a los padres de la pequeña identificados como Grace Joan Smith, 69, y James Edmund Smith, 62, quienes nunca reportaron el abuso.
Ahora ella fue acusada de homicidio y crueldad hacia un niño.