La joven Fernanda Pereyra, de 26 años de edad, quien tenía 6 meses de embarazo, fue asesinada brutalmente en un presunto rito satánico ocurrido cerca del poblado de Rincón de Los Sacues, en Argentina.
Ella fue atacada múltiples veces con una enorme hacha y luego su cuerpo fue rociado de gasolina y quemado totalmente. Ella pudo ser identificada gracias a un collar que fue descubierto junto a sus cenizas en el kilómetro 6 de la Ruta número 6; en un hecho relacionado con el número satánico 666.
Su novio Luciano Hernández y sus amigos Osvaldo Castillo y Diego Marillan fueron arrestados por ser los principales sospechoso del asesinato; que se cree fue cometido porque ella se embarazó de otro hombre.
Todos ellos son reconocidos traficantes de droga y se presume que practican religiones africanas no identificadas.