Un grupo de hombres armados irrumpió en la comunidad de Kajuru, ubicada en el estado de Kaduna, en el norte de Nigeria, y secuestró a 60 personas, entre ellas 32 mujeres y 29 hombres.
Este nuevo acto de violencia se produce apenas días después del secuestro de más de 250 estudiantes en la misma región.
El ataque se perpetró el martes, según informaron fuentes de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Los hombres armados, presuntamente vinculados al grupo extremista islámico Boko Haram, irrumpieron en la aldea y sometieron a los habitantes, obligándolos a subir a varios vehículos.
Las autoridades aún no han confirmado el paradero de las víctimas, pero se teme que puedan ser trasladadas a escondites en zonas remotas del estado de Kaduna.
Este tipo de secuestros se ha convertido en una práctica común por parte de grupos armados que operan en el noroeste de Nigeria.
Su objetivo principal es obtener rescates económicos a cambio de la liberación de los rehenes.
La tragedia evoca el secuestro de las 250 niñas de Chibok en 2014, un hecho que conmocionó al mundo y puso de relieve la brutalidad de Boko Haram.