El gamer australiano Joseph William McDonald, de tan sólo 23 años de edad, se declaró culpable el pasado viernes por la muerte de su hijo recién nacido en el año 2019.
Los hechos ocurrieron cuando el muchacho, quien ya había buscado ayuda por su adicción a los videojuegos y sus problemas de control de ira, estaba en su casa jugando PlayStation.
En un momento dado, Jospeh se sintió tan frustrado por perder que descargó toda su ira contra su hijo Lucas, de apenas dos meses de edad, a quien le causó una seria lesión en su cabeza.
La mamá del niño identificada como Samantha Duckmanton declaró que estaba en la cocina cuando escuchó el llanto del niño pero su compañero le mintió diciéndole que todo estaba bien.
Sin embargo el bebé dejó de beber leche y cuando su progenitora lo llevó al hospital descubrieron que tenía un grave sangrado en el cerebro; pocos días después perdió la vida.
Los médicos le revelaron a Samantha que las heridas de Lucas no habían sido accidentales y cuando ella encaró a su compañero este le confesó que presionó la cabeza del bebé muy fuerte.
Aunque inicialmente Mcdonald huyó del hospital al verse descubierto por completo posteriormente se entregó voluntariamente en una estación de policía.
La fiscalía australiana demostró en el juicio que las lesiones mortales del infante eran consistentes con un trauma fuerte, causados solamente por un golpe fuerte en la cabeza o por un golpe contra un objeto sólido.
En las próximas semanas el joven gamer, que a comienzos de Agosto se había declarado inocente, recibirá su pena.