A cadena perpetua fue condenado Joaquín “El Chapo Guzmán”, quien deberá cumplir su condena en la temida prisión de ADX Florence, conocida como la “Alcatraz de las Montañas Rocosas” o “Super Mazx”, considerada la cárcel más segura de Estados Unidos.
El juez Brian Cogan sentenció al narcotraficante a más 30 años, en la sala 8D de la de la Corte Federal de Brooklyn donde el sinaloense escuchó las palabras más terribles de su vida: ser condenado a vivir hasta el último de sus días en una prisión. Lejos de su familia y la sierra de Sinaloa, México, donde construyó un imperio criminal.
«El juez me ha negado un juicio justo cuando todo el mundo lo estaba viendo», el cual dijo, «estuvo estado manchado por la mala conducta del jurado». Además, volvió a quejarse de las condiciones en las que está recluido al ser víctima de «un trato cruel e inhumano».
Nunca más verá a Emma Coronel
La que causó gran expectativa fue la joven esposa de “El Chapo”, Emma Coronel, quien lució cabizbaja, vestida con una blusa blanca, chaleco negro, cabello suelto y lentes oscuros.
Este miércoles fue el último día que pudieron verse, ya que el estricto reglamento de la prisión ADX Florence no permite visitas ni llamadas por teléfono.
La mamá de las gemelas de «El Chapo» simplemente se despidió del acusado con un ademán de adiós. No hubo lágrimas ni lamentos.
A Emma se le veía distraída, mirando el suelo de la corte mientras se desarrollaba la audiencia. Guzmán Loera la buscó con la mirada, pero pocas veces la encontró.
La mamá de “El Chapo” no llegó
La gran ausente fue la madre del Chapo, María Consuelo Loera Pérez, quien no pudo viajar para ver por última vez a su hijo, debido a que las autoridades estadounidenses le negaron la visa humanitaria, argumentando que «nadie que tenga vínculos directos o indirectos con el narcotráfico, podía ser candidato a una visa».
Se sabe que la señora Loera Pérez tiene problemas físicos y camina con dificultad.
El equipo legal del Chapo integrado por Jeffrey Lichtman y Mariel Colón, se quejó del proceso judicial. El litigante calificó como un «espectáculo» el juicio.
El gobierno de EEUU acusó al Chapo de traficar o intentar traficar 1.213 toneladas de drogas a Estados Unidos a lo largo de un cuarto de siglo, así como 1,44 toneladas de base de cocaína, 222 kg de heroína, casi 50 toneladas de marihuana y «cantidades» de metanfetaminas.
Durante el juicio, la acusación presentó pruebas de que ordenó la muerte o torturó y mató él mismo a por lo menos 26 personas o grupos de personas, incluidos supuestos informantes, narcos rivales, policías, socios y hasta familiares.
El Chapo fue declarado culpable de 10 delitos entre ellos, narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de fuego.
El gobierno estadounidense quiere asegurarse de que el Chapo, considerado el mayor narcotraficante del planeta tras la muerte del colombiano Pablo Escobar, pasará el resto de su vida tras las rejas, y exige una sentencia de cadena perpetua más 30 años por el uso de armas de fuego para cometer crímenes de narcotráfico, incluidas ametralladoras.