Un niño de 12 años de edad falleció a causa de las graves quemaduras que le ocasionó su padre, quien le prendió fuego como un castigo por no haber hecho las tareas del colegio en su casa en Pakistán.
El horrible incidente ocurrió en un apartamento de Orangi Town, en la localidad de Karachi, de donde el menor fue trasladado de urgencia al hospital; pero los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida y terminó falleciendo dos días después.
Según los informes, el padre alegó que vertió kerosene sobre su hijo y encendió un fósforo en un intento de asustarlo para que completara su tarea escolar, pero la llama encendió el líquido y prendió fuego al niño.
Al escuchar los gritos, la madre entró corriendo a la habitación, y junto al padre arrojaron mantas y ropa sobre el menor en llamas, en un intento desesperado por salvarle, pero todos los esfuerzos fueron infructuosos.