El tren Interoceánico se descarriló ayer domingo en el estado de Oaxaca, México, con un saldo trágico de 13 personas muertas y 98 heridas. La Secretaría de Marina (Semar) confirmó que 36 personas permanecen hospitalizadas con lesiones graves, mientras que el resto presenta afectaciones menores.

La tragedia conmocionó a México en pleno fin de semana, mientras las autoridades desplegaron un amplio operativo de rescate para atender a las víctimas.
La Secretaría de Marina movilizó 360 efectivos navales, 20 vehículos, cuatro ambulancias terrestres y tres aéreas para las labores de rescate. También utilizaron un dron táctico para monitorear el área afectada y facilitar las operaciones de búsqueda.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, confirmó personalmente el saldo mortal del accidente y anunció medidas inmediatas de atención. Mandó al secretario de Marina y al subsecretario de Derechos Humanos al sitio del descarrilamiento.
«Los funcionarios fueron enviados directamente a la zona para acompañar a las familias de las víctimas», informó la mandataria a través de sus canales oficiales.
Las autoridades mexicanas iniciaron una investigación exhaustiva para determinar qué provocó el descarrilamiento del tren. Hasta el momento, no se revelaron posibles causas del accidente ferroviario.
El tren Interoceánico es uno de los proyectos de infraestructura más importantes del anterior gobierno mexicano, diseñado para conectar el Golfo de México con el Océano Pacífico a través del Istmo de Tehuantepec.
Sheinbaum agradeció al gobernador de Oaxaca y su equipo por su rápida respuesta y coordinación en las labores de atención a las víctimas. Las ambulancias trasladaron a los heridos a hospitales cercanos mientras los equipos de rescate trabajaban en el lugar.
El accidente ocurrió en una zona de difícil acceso, lo que complicó inicialmente las tareas de rescate. Sin embargo, la rápida movilización de equipos de emergencia permitió atender a la mayoría de los afectados en las primeras horas tras la tragedia.