La mujer en estado de intoxicación invadió una propiedad y no se quería ir. Estaba cubierta de sangre y llevaba un solo guante. Cuando la policía registró una casa cercana, descubrió el cadáver decapitado del hombre con el que salía
Roena Cheryl Mills, cubierta de sangre y con un guante en una mano, se negaba a salir de la casa donde la policía había llegado, alertada por una llamada de los habitantes, para sacarla. Era el domingo de Pascua y la mujer de 41 años, que llevaba una navaja consigo, hablaba con un ser invisible al que llamaba «Papi». Según el medio local Bluefield Daily Telegraph, parecía ebria o drogada.
Mientras la trataban de llevar para que recibiera atención médica, Mills comenzó a patear el carro policial y a gritar «Déjenme volver y recoger mis cabezas».
A partir de esas y otras expresiones casi incomprensibles, los policías se dirigieron a una casa cercana y encontraron el cuerpo sin cabeza de Bo White, el novio de Mills, de 29 años. La mujer quedó detenida por homicidio.