Gonzalo Elizondo y Pablo Vio son dos amigos argentinos, de 32 años, quienes junto a 40 personas más fueron víctimas de abusos sexuales cuando eran niños y estudiaban en el Colegio del Salvador, una centenaria institución educativa jesuita de Buenos Aires, Argentina, donde dio clases Jorge Mario Bergoglio, hoy el papa Francisco.
A pesar de que ambos fueron ultrajados por el hermano César Fretes, cuando tenían 11 años, tardaron casi dos décadas en darse cuenta de que compartían el mismo recuerdo doloroso, por lo que decidieron romper el silencio y comenzar a buscar respuestas.
Fretes falleció en 2015 sin haber sido denunciado ante la Justicia. Las autoridades del colegio reconocen la existencia de los abusos, pero se oponen a ofrecer una disculpa pública y compensar económicamente a las víctimas.
Tampoco han sancionado a los responsables de la escuela en ese momento, tal y como exigen los exalumnos.
Jorge Mario Bergoglio, hoy Francisco, es de formación jesuita y dio clases en el Colegio del Salvador a mitad de los años sesenta.
Al escuchar los discursos del Papa contra la pedofilia en el seno de la Iglesia y saber su cercanía con la escuela, Gonzalo Elizondo pensó que podría interceder.
En 2020 tomó valor y le escribió una carta al Vaticano, pero nunca recibió respuesta.
“Después de varios años de lucha sin resultados, los exalumnos son muy críticos con la actuación de las autoridades de la institución jesuita donde estudiaron y de toda la jerarquía católica.
“El objetivo de la Iglesia es que nos cansemos, que se nos termine la energía y lo dejemos y así ellos puedan seguir tapándolo, como si nada. Si el Papa saliese a hablar nadie podría seguir haciéndose el distraído y nos daría una recarga de energía, no va a pasar”, afirmó Pablo Vio.