La naturaleza ha golpeado con fuerza a la región de Kerala, en el sur de India, dejando un saldo devastador de más de 200 personas fallecidas tras los deslizamientos de tierra ocurridos a principios de esta semana.
Las lluvias torrenciales que azotaron la zona desencadenaron esta tragedia, dejando además cientos de heridos y desaparecidos.
El director de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres, Mohsen Shahedi, confirmó la lamentable cifra de fallecidos y advirtió que el número podría aumentar a medida que avanzan las labores de rescate.
Las comunidades de Mundakkai, Choralmala, Attamala y Noolpuzha, entre otras, han sido las más afectadas por esta catástrofe natural.
Las lluvias torrenciales no solo provocaron deslizamientos, sino que también destruyeron cientos de viviendas, dejaron aisladas a decenas de personas y arrasaron con carreteras, puentes y viaductos, según informó la ministra de Sanidad, Veena George.
Los equipos de rescate trabajan arduamente en la búsqueda de sobrevivientes y en la recuperación de los cuerpos de las víctimas.