Chile está viviendo uno de sus momentos más críticos desde el terremoto de 2010, enfrentando una devastadora serie de incendios forestales en el centro-sur del país, con la región de Valparaíso como uno de los epicentros de esta emergencia.
El número de fallecidos por los incendios en Valparaíso aumentó a 112 de los cuales solamente 32 han podido ser identificados, según informó el Servicio Médico Legal (SML) de Chile.
En tanto el presidente Gabriel Boric declaró que la cifra va aumentar significativamente y declaró 48 horas de duelo nacional a partir de este lunes.
Esta tragedia no solo ha cobrado vidas, sino que también ha generado una situación de incertidumbre y desesperación, especialmente en Viña del Mar, donde la alcaldesa Macarena Ripamonti reporta 372 personas desaparecidas en su municipio.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, señaló sobre la posibilidad de que algunos de los incendios hayan sido provocados intencionalmente, lo que añade una capa de complejidad a la crisis y a la labor de los equipos de emergencia que luchan sin descanso contra las llamas.
El incendio de Las Tablas, que se originó en Peñuelas y ya ha consumido 9,600 hectáreas, se destaca como el más grave entre los cuatro focos activos en la región.
Esta catástrofe no solo ha dejado un rastro de destrucción en términos de pérdida humana, sino que también ha impactado severamente la infraestructura habitacional, con un estimado preliminar de entre 3,000 y 6,000 viviendas afectadas por el fuego.