El exjugador brasileño de básquet Igor Eduardo Cabral, de 29 años, fue capturado en flagrancia mientras golpeaba salvajemente a su novia, la abogada Juliana García dos Santos, de 35 años, dentro del ascensor de su condominio en Ponta Negra, Natal (Río Grande do Norte).

Según reportó el diario La Nación, la brutal escena quedó registrada en las cámaras de seguridad del edificio, donde se observa al agresor propinando un total de 61 puñetazos consecutivos a la víctima antes de ser detenido por la Policía Militar y retenido por vecinos al llegar a la planta baja.
Igor Eduardo Cabral fue una promesa del deporte brasileño, destacándose en su juventud como parte de la selección brasileña de baloncesto 3×3 durante los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing 2014. Después de participar en la Liga Nacional de Baloncesto, se alejó de las canchas profesionales y mantenía una relación de dos años con García, quien ejercía como abogada en Natal.
La secuencia de violencia comenzó tras una discusión en la piscina del condominio, donde Cabral arrojó el teléfono de su pareja al agua tras leer un mensaje que interpretó como una infidelidad. Posteriormente, según muestran las grabaciones, el agresor esperó a García dentro del ascensor y al encontrarla la golpeó sin cesar. El ataque duró casi un minuto y dejó a la víctima con el rostro desfigurado y empapado en sangre, detalló el medio argentino.

Juliana García fue trasladada de urgencia al Hospital Monsenhor Walfredo Gurgel, donde los médicos confirmaron fracturas múltiples en nariz, mandíbula, pómulo y maxilar superior, así como fisuras en el globo ocular. Según el reporte del periódico brasileño O Globo la víctima deberá someterse a una compleja cirugía de reconstrucción facial.
Un juez dictó prisión preventiva para Cabral tras la primera audiencia, considerándolo un peligro para la víctima y la sociedad. La Policía Civil de Río Grande do Norte investiga el caso como intento de feminicidio agravado a través de la Comisaría Especializada de Atención a la Mujer (DEAM) de Natal.
Historia de maltrato previo
Durante su declaración, García reveló que este ataque no fue un hecho aislado, sino la culminación de un patrón de violencia de género que incluía empujones, agresiones verbales y violencia psicológica constante durante su relación. La abogada reconoció que Cabral frecuentemente la exponía en redes sociales y la acusaba falsamente de infidelidad.
Jaqueline, tía de Juliana, describió a Cabral como «un monstruo» y exigió que el caso sirva para visibilizar la gravedad de la violencia contra la mujer. Mientras tanto, vecinos del condominio han organizado cadenas de oración, y diversas Organizaciones de Natal han anunciado campañas para financiar la atención médica y el apoyo psicológico que necesitará la víctima durante su recuperación.
Este caso ha generado profunda indignación en Brasil y reavivado el debate sobre la necesidad de fortalecer las medidas de protección para las mujeres que sufren violencia doméstica en el país sudamericano.
Video de la agresión