Un estudio sobre la roca espacial Nakhla, que cayó en Egipto en 1911, muestra una extraña estructura similar a una célula microbiana. El estudio ayudará a entender mejor el Planeta Rojo.
Varios estudios, que fueron posibles gracias a robots como el Curiosity o las distintas sondas que orbitan este planeta, encontraron indicios que sugieren la existencia de vida marciana. Motivo por el que desde hace muchos años los científicos vienen tratando de demostrar la hipótesis que postula que Marte fue un lugar apto para la vida.
Ahora, el descubrimiento de un óvalo microscópico dentro del meteorito marciano Nakhla parece avalar que en Marte hubo agua, sustancia indispensable para la presencia de vida. Aunque lo más probable es que dicha estructura oval en Nakhla se formase por un proceso geológico y no por uno biológico, como sospecharon en un principio, los minerales encontrados pueden arrojar pistas sobre la existencia de agua y las condiciones en Marte hace miles de años.
El autor del estudio, Elias Chatzitheodoridis, de la Universidad Técnica de Atenas, considera que en las grietas de Nakhla, que cristalizó hace unos 1.300 millones años, quedaron atrapados minerales marcianos que pueden ayudar a los investigadores a entender mejor el pasado y el presente del Planeta Rojo y su potencial para albergar vida.