El eclipse lunar total de este sábado 4 de abril crea un fenómeno conocido como Luna de sangre. El efecto óptico, que tiñe el satélite de rojo mortecino, se produce cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna. Es la primera de las dos lunas sangrantes de este año.
Este 4 de abril, a las 12.00 del mediodía, hora peninsular, se da la primera de las dos Lunas de sangre de este año, que culminan la denominada tétrada iniciada en 2014.
La Luna sangrante -o efecto óptico que la tizna de un color rojo mortecino- se produce cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, y el satélite se sitúa en la zona más oscura de sombra de nuestro planeta; es decir, cuando se da un eclipse lunar total, como el que se producirá este sábado.
“La mayoría de estos fenómenos suelen durar más de una hora. Sin embargo, este eclipse lunar es bastante inusual, porque su momento álgido dura menos de cinco minutos”, explican desde el colectivo de astrónomos de Slooh.
En este caso, no se verá desde España y solo lo disfrutarán los 4 minutos y 43 segundos de su totalidad los aficionados y astrónomos ubicados en Australia, Nueva Zelanda y Hawái, que sucede justo a las 12.00 del mediodía, hora peninsular española, después de dos horas de fases del eclipse.
“El color rojo de la Luna se debe a la difracción de la luz del Sol al pasar por la atmósfera celeste, unido a restos de polvo volcánico. Al incidir estos rayos del Sol en la Luna durante un eclipse, se vuelve de este color”, informa Antonio Pérez Verde.
La tétrada –grupo de cuatro eclipses en el calendario lunar- ocurren en intervalos de aproximadamente seis meses en periodos de dos años. Los dos primeros fueron el 15 de abril y el 8 de octubre de 2014, el tercero es el de este sábado 4 de abril y la cuarta Luna de sangre se espera para el 28 de septiembre, tras el equinoccio de otoño.
Los expertos de la NASA aseguran que en este siglo se darán ocho tétradas más. Así, tras la última de este año, las próximas cuatro lunas sangrientas se esperan para la próxima década.