Las picaduras de las avispas pueden resultar muy dolorosas para las personas, razón por la que las evitamos cuando se nos acercan. Sin embargo, un equipo internacional de científicos ha descubierto que el veneno de este insecto es una poderosa arma en la lucha contra el cáncer.
La avispa en cuestión es la Polybia paulista, propia del sureste de Brasil, cuyo veneno contiene una potente toxina llamada MP1, que mata selectivamente las células cancerígenas sin afectar las células sanas, según un estudio publicado en la revista ‘Biophysical Journal’ por investigadores de la Universidad Estatal de Sao Paulo (Brasil) y la Universidad de Leeds (Reino Unido).
El MP1 interactúa con los lípidos que se distribuyen de forma anormal en la superficie de las células cancerosas, creando agujeros que permiten que las moléculas cruciales para la función celular escapen fácilmente de las células afectadas, explican los autores del estudio.
Una de las posibilidades que ofrece el veneno sintetizado de la avispa Polybia paulista es que podría ser un gran aliado en ofensivas múltiples contra el cáncer de próstata, de vejiga y la leucemia. «El MP1 podría ser de gran utilidad en el desarrollo de nuevas terapias combinadas donde se usan diversos fármacos simultáneamente para tratar el cáncer, atacando diferentes partes de la célula cancerosa a la vez», destacan los científicos.