Las redes sociales han llegado a captar una gran parte de nuestra atención cada día, afectando nuestras relaciones cara a cara. Simultáneamente van reconfigurando nuestro cerebro físicamente, según afirmó Dan Siegel, profesor de Psicología en la Universidad de California en Los Ángeles.
La interacción cara a cara incluye señales no verbales como el contacto visual, la expresión facial, el tono de voz, la postura de los interlocutores, gestos, el ritmo de sus acciones y la intensidad de sus reacciones. Son algo que hace falta en la interacción mediante las redes sociales o el correo electrónico.
«La parte del cerebro que envía y recibe las señales no verbales dándoles sentido es el hemisferio derecho, que interactúa estrechamente con las zonas bajas del cerebro responsables del lazo de las emociones con el cuerpo, es decir, un componente adicional de nuestra vida», explicó Siegel al portal ‘Business Insider’.
Cuanto más tiempo pasa la gente sin usar las señales no verbales, en su lugar utilizando las verbales, que son el texto, el idioma, con su típico método de distribución lineal, más activan principalmente el hemisferio izquierdo, que es más remoto de las zonas bajas del cerebro, y que es responsable por la lógica.
«Incluso pensar en si la gente va a darte un ‘like’ o no es trabajo del hemisferio izquierdo», resaltó.
El investigador no ve nada objetivamente malo en las redes sociales, pero «si llegan a sustituir la comunicación cara a cara, la nueva generación estará más acostumbrada a un nivel más superficial de experiencia».