Las 10 pequeñas animadoras miden 36 centímetros, pesan alrededor de 1.5 kilos y logran balancearse a 30 centímetros por segundo sin chocar con el resto gracias a tres sensores giroscópicos, así lo dijo el ingeniero y responsable de comunicación de Murata, Koichi Yoshikawa.
Aunque estas innovadoras robots no saldrán a la venta, pues su intención al crearlas fue meramente promocional, este invento podría tener utilidades prácticas en Japón y en el mundo.
Sin embargo, la tecnología aplicada en las animadoras se hizo con la colaboración de investigadores del Laboratorio Matsuno de la universidad de Kioto y pueden también utilizarse como unidades de localización en caso de alguna emergencia o desastre, avanzar en materia de salud que podría salvar vidas, etc.
Yuichi Kojima, director adjunto de Murata, destacó que la tecnología también puede resultar divertida. Murata, es una compañía que cuenta con 48 mil empleados y desde hace 70 años fabrica diferentes tipos de chips, condensadores y otros componentes.