Apple desveló el miércoles dos nuevos modelos de su iPhone, en busca de aprovechar el éxito que cosechó con el lanzamiento el año pasado de sus primeros teléfonos inteligentes de gran pantalla.
Los nuevos teléfonos, el iPhone 6S y el 6S Plus, tienen las mismas dimensiones que sus equivalentes de la última versión.
«Lucen parecidos, pero hemos cambiado todo en estos iPhones», dijo el jefe ejecutivo de la firma, Tim Cook, en la presentación a la prensa en San Francisco.
Una de sus nuevas funciones es una tecnología llamada «3D touch» que es capaz de reaccionar de forma distinta según la intensidad de la presión del dedo del usuario en la pantalla táctil.
Los iPhones 6S y 6S Plus usarán el próximo sistema operativo iOS9, que soporta nuevas funciones como el «3D touch».
El 6S tiene la misma pantalla de 4.7 pulgadas diagonal (12 cm) que su predecesor. El 6S Plus, uno de los aparatos más populares en su gama, tiene una pantalla de 5.5 pulgadas.
Pero ambos tienen un cuerpo de aluminio y procesadores más poderosos que se traducen en mejoras en la calidad de los gráficos.