Un bebé de 23 meses murió después de ingresar a su casa en llamas para salvar a su perrito, en Arkansas, Estados Unidos.
La vivienda de la familia Sharp se vio envuelta por el fuego.
El matrimonio y el pequeño Loki, de 23 meses, pudieron salir de la casa a tiempo, pero en un descuido de los papás, el bebé entró raudamente a la casa para buscar a su perrito.
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Nada pudieron hacer sus papás y cuando los bomberos extinguieron el fuego encontraron los cuerpos de Loki y el perrito.
Ambos estaban abrazados y el animalito sobre el cuerpo del nene, como demostrando que quiso proteger al nene de las llamas, según informó el jefe de bomberos Vester Cripps.
«Vuela alto bebé, sos profundamente extrañado y amado», publicó este lunes el angustiado papá de Loki, Kurtis Sharp.
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«Sabemos cuál es tu nuevo hogar y nos destruye que te fueras tan pronto. Pero mamá y papá, y todos tus hermanos y familia, te quieren mucho», agregó el papá.
Los Sharp solicitaron a parientes y amigos que se abstengan de usar color negro para el funeral de Loki, que se realizará el viernes y el sábado próximos. Pidieron que usen los colores favoritos de Loki: rojo y blanco.
«Así que mezcla los colores. No queremos que sea más deprimente de lo que ya será», escribieron los papás de Loki.