La proximidad de la época de lluvia en Nicaragua genera la máxima expresión de alegría en los pueblos caribeños de este país, que mediante danzas buscan atraer la fertilidad de la tierra que será «preñada» con el agua para ver parir los frutos en los meses venideros.
Las fiestas de Mayo ya paralizan a la ciudad de Bluefields, capital de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS), ubicada a 320 kilómetros de Managua. La celebración gira en torno a Mayaya, diosa de la fertilidad de los pueblos creoles, que otorgaron su propio sentido de identidad a la herencia de los pueblos originarios, y al cruce de las culturas inglesa y africana, propiciada por la colonización británica en estos territorios en el siglo XVII.
Sputnik dialogó con dos blufileños estudiosos de la festividad, que significan esta construcción social desde una mirada histórica, espiritual, cultural e identitaria para el desarrollo.
Fertilidad de la tierra
«La danza simboliza la reproducción, la vida, el amor a la madre tierra. Estás bailando y pidiendo a la lluvia que fertiliza la tierra. La lluvia se casa con la madre tierra, la preña, y la tierra pare: el arroz, los frijoles, el maíz, los pijibayes, la fruta de pan, la yaca, los cocos y las anonas, las guabas. Si no llueve, las aves se mueren, las plantas se mueren, los seres vivos desaparecerían», afirmó a Sputnik la poeta Lesbia Marina González, originaria de Bluefields.
Las fiestas del litoral sur del Caribe de Nicaragua se desmarcan de la fuerte influencia cultural española que domina las celebraciones tradicionales mestizas del Pacífico y centro de esta nación centroamericana.
González valora la riqueza espiritual de los pueblos afrodescendientes del litoral caribeño, que difiere de las creencias religiosas predominantes en las poblaciones mestizas heredadas de la colonia española, pero que retratan la diversidad cultural, pluriétnica y multilingüe que caracterizan a la población de Nicaragua.
«Hay una conexión espiritual profunda. Por eso danzamos con los brazos para arriba, las manos se vuelven muy expresivas, las extendemos abiertas porque estamos pidiendo la lluvia, nunca vas a ver las manos en puño. La lluvia es una purificación para la Madre Tierra. La lluvia es una bendición para la Madre Tierra. La lluvia es la que nos da la vida, porque sin la lluvia no hay producción, no hay nada», añadió la escritora.
La herencia británica
Los costeños bailan al ritmo de palo de mayo (maypole) desde el norte hasta el sur del Caribe de Nicaragua, incluyendo el archipiélago de Corn Island, que se posa reluciente con sus hermosas playas de arena blanca en el mar color turquesa a 80 kilómetros de Bluefields, epicentro del jolgorio multicolor.
Estas celebraciones tienen su origen en el may day de las fiestas tradicionales británicas celebradas el primero de mayo. Con la llegada de la primavera, los ingleses danzaban alrededor de un árbol florecido de cintas de colores para celebrar el nuevo ciclo de vida.
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