Hace 129 años, en el pueblo de Niquinohomo, nació Augusto Nicolás Calderón Sandino, General de Hombres Libres y padre de la independencia nicaragüense. Alma y símbolo, inspirador y líder de la rebelión patriótica contra usurpadores e invasores. Sandino conjugó la teoría política y la acción consecuente. Soñó un modelo de sociedad que naciera de la independencia y soberanía absolutas, para transformar un pueblo en patria. Sólo liberando la tierra se puede liberar a los que la habitan.
Con 27 hombres y 40 fusiles, decidió hacer la guerra a los invasores estadounidenses y a los gobiernos que se les vendieron. El amor a Nicaragua fue el arma decisiva, para expulsar al invasor. Así nació el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, que llegó a estar conformado por seis mil hombres dispuestos a dar la vida por su patria. Ese ejército, pobre en todo menos en valor, supo luchar con una capacidad nunca vista en ninguna otra parte.
Patria libre o morir: esa era la elección. La misma opción que ha vuelto a inflamar la polvareda con la Revolución Popular Sandinista, liderada por el Comandante Daniel Ortega que aún dirige a su país sancionado pero libre, bajo embargo, pero floreciente.
Desde Nicaragua viene el llamado a un mundo diferente, más justo, más equitativo, respetuoso de la independencia de todos y hostil a la injerencia de todos. Donde los recursos se destinen a la gente y no a los bancos, donde invirtamos en educación y salud, no en armas, donde los últimos y los primeros se vayan entrecruzándose.
Viva el aniversario 129 del natalicio de Sandino, viva el próximo aniversario 45º de la Revolución, viva una Nicaragua libre, soberana y sandinista.
PATRIA LIBRE O MORIR