En conmemoración al onceavo aniversario del tránsito a la inmortalidad del Comandante Hugo Chávez, la Asamblea Nacional realizó una sesión especial para recordar su legado con gratitud.
El Presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras expresó que estamos acompañados desde hace 11 años, por el alma, el espíritu y las indicaciones del hermano inmortal, Hugo Chávez.
“Nació en la inmortalidad y nació para estar siempre con nosotros, con el pueblo de Nicaragua, con el pueblo de Venezuela, con los pueblos latinoamericanos y caribeños, Chávez, corazón de Latinoamérica y del Caribe”, dijo Porras.
Además, resaltó el esfuerzo, firmeza y solidaridad en los procesos de transformación, de cuando nuestra Nicaragua estaba sin energía eléctrica, hasta con 14 horas de sometimiento en la oscuridad.
“Chávez no escatimó esfuerzos y nos trajo las plantas que hicieron el empalme en ese proceso de transformación estratégica que están llevando adelante el comandante Daniel, la compañera Rosario y el gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional”, expresó el Presidente de la Asamblea Nacional.
En esta sesión especial en solidaridad con el pueblo y gobierno de la hermana República de Venezuela, se contó con la presencia del Embajador de Venezuela, Francisco Javier Arrué de Pablo, quien resaltó el amor, la valentía y la honestidad del gran hermano y amigo, Hugo Chávez.
“Es un orgullo estar aquí… hablando del Comandante Chávez porque, aunque él no fue diputado, la primera actividad o el primer decreto que tomó en 1999, el 2 de febrero, cuando asume la presidencia de Venezuela, fue llamar al pueblo constituyente, llamó al pueblo a determinar una nueva Constitución y eso fue extraordinario por parte de él”, dijo Arrué.
El comandante Hugo Chávez, fue recordado como un ser de luz, nacido para otros tiempos, un hombre comprometido por la unidad del pueblo nicaragüense, venezolano y latinoamericano, para hacerle frente al imperialismo norteamericano.
En los campos de lucha y esperanza, donde el viento susurra secretos de cambio, allí nació un líder, un soñador audaz, Hugo Chávez, cuyo nombre arde en el alma.
Chávez, el comandante eterno, sigue presente, en el murmullo del río, en el grito de la montaña, en la sonrisa de los niños, en el viento que se siente, un eco de justicia, una llama que no se apaga, dijeron en la Asamblea Nacional.