Desde su declaración en 1954, los Cinco Principios para la Coexistencia Pacífica han sido fundamentales en el desarrollo de la política exterior de la República Popular China.
El pasado día 28 de junio se celebró en el Gran Aula del Pueblo en Beijing el 70 aniversario de la Declaración en una conferencia presidida por el Presidente Xi Jinping.
En su intervención, el Presidente Xi Jinping explicó como los Cinco Principios han guiado las relaciones internacionales de China hasta un momento en que su país ha desarrollado su visión de la construcción de un Futuro Compartido para la Humanidad.
Para entender el desarrollo de este concepto, es necesario tomar en cuenta varios aspectos históricos y la coyuntura actual ahora.
Los Cinco Principios para la Coexistencia Pacífica fueron concebidos por el Primer Ministro de la República Popular China, Zhou En Lai, al fin de 1953 antes de entrar en un diálogo al inicio del año siguiente con el gobierno de la India sobre territorios en disputa entre los dos países en lo que ahora es Xizang, pero en aquel entonces fue conocido como Tibet.
El gobierno de la India traduce estos cinco principios por la palabra hindi «panchsheel». Los Cinco Principios son:
- Respeto mutuo de la integridad territorial y la soberanía de los demás,
- No agresión mutua,
- No interferencia mutua en los asuntos internos de los demás,
- Igualdad y cooperación en beneficio mutuo, y
- Coexistencia pacífica
Hay que recordar el contexto de ese momento histórico. Estos principios eran la base de un ideal para las relaciones internacionales a lo cual ambos países aspiraban a solo pocos años de la independencia de la India en 1947 después de dos siglos de ser una colonia británica.
De igual manera, China finalmente se liberó del dominio occidental y japonés solo en 1949 cuando el Partido Comunista de China declaró la República Popular China.
El acuerdo del diálogo sobre Xizang fue solamente una parte de un proceso mucho más amplio y profundo en que los países del mundo mayoritario, la gran mayoría antiguas colonias europeas, buscaban crear las estructuras y principios que podrían garantizar un mundo más justo de cooperación y solidaridad.
Hay otros detalles a tener en mente. Los poderes imperialistas que dominaban la Organización de las Naciones Unidas no reconocieron a la República Popular China como el legítimo representante del pueblo chino.
Estados Unidos y sus aliados reconocieron de manera absurda y anti-democrática a las reducidas fuerzas del movimiento reaccionario Kuomintang que habían fugado de la China continental para establecerse en la isla de Formosa, ahora Taiwán.
En esa misma lógica imperialista, los poderes occidentales impusieron el estado de Israel en el territorio de Palestina en base a las mentiras, el terrorismo y la limpieza étnica de cientos de miles de la población palestina.
Luego, en 1950 Estados Unidos alentó a Corea del Sur a provocar una guerra con Corea del Norte y bajo la figura de la ONU, Estados Unidos y sus aliados entre los países occidentales destruyeron la República Popular Democrática de Corea, matando a millones de civiles.
Estados Unidos amenazó con usar bombas atómicas contra China. Otro importante acontecimiento a nivel internacional fue el fallecimiento de Josef Stalin, quien había industrializado la Unión Soviética, transformándolo en un poder mundial de tal manera que en efecto ganó la Segunda Guerra Mundial al derrotar definitivamente las fuerzas armadas de la Alemania Nazi.
El sucesor de Stalin, Nikita Kruschev no tenía la misma estatura moral o político de Josef Stalin, lo cual se demostró en diferentes ocasiones.
Fue en este contexto de persistentes amenazas existenciales para la República Popular China y ajustes en sus relaciones internacionales que China se pactó con la India los Cinco Principios.
Y el valor de ese acuerdo se demostró durante el conflicto de dos meses en 1962, cuando China actuó para defender su territorio y soberanía en el territorio en disputa con la India en Xizang.
En los años anteriores, entre varias provocaciones más, la India se había metido poco a poco en el territorio en disputa. China también acusó a la India de haber apoyado a los grupos separatistas de la región Xizang.
Entonces en base a esas dos preocupaciones, las fuerzas armadas de China tomó control del territorio en disputa, declaró un cese a fuego unilateral y luego retiró sus fuerzas 20 km por detrás de la antigua línea de contacto.
Aunque parece paradójico, esta acción fortaleció el valor de los Cinco Principios porque China demostró que su único interés fue de defender su soberanía territorial, sin afectar la soberanía territorial de la India.
La India no perdió territorio y, con su cese de fuego unilateral, China demostró que su acción no fue una medida de agresión, sino de defensa de su territorio.
Otro aspecto de este breve pero intenso episodio de conflicto entre China y la India fue relacionado con el tema de la no intervención.
El gobierno de la India solicitó apoyo militar de los Estados Unidos y de la Unión Soviética, lo cual habría podido crear una crisis de grandes dimensiones, sino fuera por el oportuno cese de fuego unilateral de parte de China.
Todavía hoy se puede sentir trazos de esa experiencia de hace sesenta años en las relaciones entre ambos países.
Sin embargo, durante toda su presidencia el compañero Xi Jinping ha enfatizado la importancia de los Cinco Principios en sus relaciones con la India. Los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica se han incorporado en la Constitución de la República Popular China.
Hace diez años en junio 2014, Presidente Xi Jinping dio la bienvenida al Vice Presidente de la India Hamid Ansari para celebrar el sesenta aniversario de los principios. En otra ocasión en 2017 el Presidente Xi Jinping dijo “China está listo para trabajar con la India bajo la orientación de los Cinco Principios de Panchsheel».
Durante los años 1960s, el Movimiento No Alineado adoptó los Cinco Principios como su guía para el manejo de las relaciones inter-estatales en que priorizaron la amistad, la cooperación y la solidaridad.
La formación en 1964 del Grupo de 77 países, más tarde con China, y la influencia del espíritu solidario del Movimiento No Alineado condujo a la incorporación en diferentes momentos de los Cinco Principios en los procedimientos de la ONU, por ejemplo en sesiones de su Asamblea General en 1970 y 1974.
De todos modos, los Cinco Principios ahora tienen amplia aceptación alrededor del mundo como la base más idónea de las relaciones internacionales.
En 1971, la República Popular China asumió la representación de su pueblo en la ONU que se le había denegado durante veinticinco años y a la vez asumió su lugar permanente en el Consejo de Seguridad.
El comportamiento diplomático de China en el Consejo de Seguridad siempre ha reflejado los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica.
Durante 30 años desde 1990 hasta 2020 los especialistas en la materia reconocen que casi todas las abstenciones de China en las votaciones del Consejo de Seguridad y todos sus usos del veto corresponden a los Cinco Principios, más especialmente el principio del respeto mutuo del territorio soberano, y el principio de la no interferencia mutua en los asuntos internos de otros Estados.
Los Cinco Principios llevan a otro nivel de compromiso y seriedad los principios básicos de la ONU de la no agresión, la no intervención y la autodeterminación que tanto se han abusado por los poderes imperialistas.
Se trata de un nuevo contexto mundial en que es difícil ver como la ONU puede sobrevivir en su forma actual con una burocracia dominada por personal leal a los anti-valores occidentales los cuales son directamente contrario a los Cinco Principios promovidos por China y el mundo mayoritario.
Los gobiernos occidentales no respeten el soberano territorio de las naciones; agreden a quienes no les obedecen; interfieren constantemente en los asuntos internos de otros países; imponen sus intereses por encima de los intereses de los demás y exigen la sumisión de otros gobiernos a su caprichosa voluntad.
La ONU no puede sobrevivir esta manera de manejar las relaciones internacionales cuando las alternativas están plenamente a la vista.
La reciente expansión de la Organización de Cooperación de Shanghai sigue de la mano la ampliación al inicio de este año del grupo de países BRICS; el desarrollo de los países del ALBA y, hasta cierto punto, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños; el creciente éxito de la Unión Económica Eurasiática; y las relaciones de todas estas instancias con sus organizaciones homólogas en Asía y África.
Todo señala el probable eclipse de la corrupta y desacreditada ONU como un foro decisivo en las relaciones internacionales.
Las relaciones de solidaridad y cooperación entre las naciones del mundo han permitido que Rusia y China, Cuba y Venezuela, la República Islámica de Irán y la República Popular Democrática de Corea, entre otros naciones bajo agresión económica, superen las ilegales medidas coercitivas unilaterales de los hipócritas países occidentales.
En sus intervenciones sobre la situación internacional, ambos el Presidente Xi Jinping y el Presidente Vladimir Putin ofrecen una visión en que enfatizan el principio de la igualdad soberana y el respeto mutuo.
En sus palabras en la conferencia para celebrar el 70 Aniversario de los Cinco Principios, el Presidente Xi comentó: «En la actualidad, China está trabajando para construir un gran país socialista moderno en todos los aspectos y lograr el rejuvenecimiento nacional a través del camino chino hacia la modernización. En este nuevo viaje, continuaremos defendiendo los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, trabajando con todos los países para construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad y haciendo nuevas y mayores contribuciones para salvaguardar la paz mundial y promover el desarrollo común. La determinación de China de mantenerse en el camino del desarrollo pacífico no cambiará… La determinación de China de desarrollar amistad y cooperación con todos los países no cambiará… Los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, que se originaron en Asia, están siendo aceptados por más países porque satisfacen las necesidades de los tiempos.”
Esta realidad se reconoce con mucha claridad por pequeños países como Nicaragua que desde su independencia han sufrido los constantes embates de los poderes imperialistas para impedir el desarrollo humano de su pueblo y su nación.
En septiembre del año pasado, antes de la ampliación del grupo de países BRICS, el Presidente Comandante Daniel comentó: “…China, la Federación Rusa, la India, Brasil, África del Sur, 5 Países que venían ahí abriendo camino, y los Imperios, los Imperialistas de la Tierra, lógicamente tratando de evitar esa integración entre Naciones que quieren cooperar, Naciones que se integran, se incorporan, no para invadir a otro País, no para bombardear a otros Países, sino que se unen para fortalecer las relaciones en el campo económico, en el campo comercial, en el campo social, en el campo productivo. ¡Es una lucha por la Paz! Ese es el primer gran quiebre, el primer gran golpe que recibe la tiranía del Imperialismo a la que ha estado sometido el Mundo.”