El pasado 17 de enero la República Islámica de Irán y la Federación Rusa firmaron un Acuerdo de Asociación Estratégica Integral entre sus países para los próximos veinte años. Para ambos países ,el acuerdo complementa sus respectivos existentes acuerdos de asociación con la República Popular China. Irán acordó un acuerdo estratégico con la República Popular China en 2021. El nuevo acuerdo con Rusia consolida el desarrollo y seguridad de la enorme región eurasiática ante las agresivas políticas de las élites norteamericanas y europeas y sus gobiernos.
El Presidente Putin comentó que el acuerdo es “un avance real, creando condiciones para el desarrollo estable y sostenible de Rusia, Irán y toda la región”. El presidente iraní Mahmoud Pezeshkian enfatizó que “todos los problemas regionales deben resolverse mediante acuerdos entre los partidos regionales. Creemos que la presencia de fuerzas externas en nuestra región solo puede exacerbar y desestabilizar la situación”. Para Irán el acuerdo promueve mayores niveles de inversión en su economía que ayudarán resolver los serios problemas provocados por las agresivas medidas coercitivas occidentales.
En ese sentido, el Presidente Vladimir Putin resaltó las relaciones económicas entre Rusia e Irán, «El crecimiento del comercio durante los primeros diez meses del año pasado fue del 15.5 por ciento, lo cual es un buen indicador. Continuamos con nuestros grandes proyectos, incluidos los de la energía nuclear. También hay otros proyectos emergentes en el sector energético y buenas perspectivas en logística… Los intercambios turísticos están creciendo, con un aumento de alrededor del 21 por ciento. Las comunicaciones de transporte se están desarrollando.”
El nuevo acuerdo con Rusia refuerza las existentes relaciones de Irán como miembro de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), de BRICS+ y su estrecha relación con la Unión Económica Eurasiática (UEE). El acuerdo refleja los principios fundamentales de este nuevo orden de relaciones internacionales de colaboración por un mundo multipolar basado en el respeto y la cooperación entre iguales. El acuerdo rechaza de manera explícita la interferencia extranjera en asuntos internos y el uso de las medidas coercitivas unilaterales; resalta el imperativo de una activa promoción de la paz y seguridad regional y global y una defensa robusta de los principios de la ONU y el derecho internacional.
En términos específicos de la relación bilateral entre Irán y Rusia, el nuevo acuerdo promueve e impulsa mayor cooperación contra amenazas militares bilaterales o regionales y mayor cooperación entre sus servicios de inteligencia. Enfatiza su compromiso con la promoción de la paz en Asia Oeste, Asia Central, el Caspio y Transcaucasia y la cooperación mutua dentro de la OCS y la UEE. Prioriza un robusto sistema de pagos independiente basado en el uso de monedas locales. Proyecta mejor infraestructura de transporte regional, especialmente el Corredor Norte Sur. Prioriza más amplia cooperación en la producción y distribución de gas y petróleo y el desarrollo de la energía nuclear con fines civiles. También promueve mayor interacción en la salud, la educación y la investigación científica, mayor colaboración cultural y deportiva y mayor coordinación en la prevención y mitigación de desastres.
De inmediato, el tema de principal importancia es el acercamiento entre Rusia e Irán en materia técnico-militar y espacial. Esto implica que va a ser progresivamente más difícil para Israel y su patrón norteamericano llevar a cabo otro ataque aérea contra Irán, como montaron en octubre del año pasado. En ese momento, gracias a la colaboración rusa, las defensas aéreas iraníes frustraron el ataque principal, dejando como resultado de la agresión unos pocos daños menores. Los aviones israelíes se retiraron antes de llegar a su blanco cuando se dieron cuenta que estaban marcados y perseguidos por los radares del sistema de defensa anti-aérea iraní. Rusia respaldó a Irán con sus recursos de inteligencia, reconocimiento y vigilancia, incluyendo medios satélites y guerra electrónica. El nuevo acuerdo integral con Rusia ahora profundiza todavía más esta ventaja estratégica de Irán para disuadir a los criminales norteamericanos y sus cómplices sionistas de otra aventura agresiva en el futuro.
El régimen israelí y el gobierno norteamericano, sin tener las más mínimas pruebas, siempre han acusado falsamente a Irán de estar desarrollando una arma nuclear. Ahora el nuevo acuerdo de asociación integral define de manera explícita una colaboración entre Rusia e Irán en el desarrollo de la energía nuclear con fines civiles que desmiente de manera definitiva las falsas acusaciones israelíes y norteamericanas. De todos modos, si Israel vuelve a agredir a Irán, el país ya ha demostrado que su capacidad de misiles con ojivas convencionales es suficientemente avanzado para vencer las defensas anti-aéreas israelíes y destruir Israel sin la necesidad de tener armas nucleares.
Aparte de sus respectivas relaciones con Israel, en general, las políticas exteriores de Rusia e Irán coinciden en muchos puntos. El Presidente Vladimir Putin mantiene excelentes relaciones con el Líder Supremo de Irán, Ayatollah Ali Khameini. Ambos países han sido sujetos a despiadadas medidas coercitivas unilaterales de parte de los gobiernos norteamericanos y europeos. Empero, mientras la economía Rusa se ha fortalecido a pesar de la agresión económica, la economía de Irán ha sido afectada de manera muy negativa, con problemas de falta de inversión y divisas, alta inflación, mayor desempleo y mayores niveles de pobreza.
Ante el reto de mejorar la economía nacional, el presidente Mahmoud Pezeshkian favorece negociar con los poderes occidentales para intentar lograr la relajación y eliminación de sus medidas coercitivas contra Irán. Pero es dudoso que el nuevo gobierno norteamericano podría estar de acuerdo y aunque los gobiernos europeos podrían beneficiar de mayor intercambio económico y energético con Irán es poco probable que van a desafiar el poder norteamericano. De hecho, las élites gobernantes occidentales piensan que van a poder provocar un colapso socio-económico en Irán como hicieron en Siria. Pero, a diferencia de la economía de Siria, los fundamentos de la economía real de Irán son muy fuertes.
Irán produce 30.6 millones de toneladas de acero al año. En proporción a su población de 91 millones esta es mayor que la producción de acero de economías mucho más grandes como Brasil, India, Indonesia o México. La producción industrial iraní de US$82.6 mil millones es mayor en proporción a su población que la producción industrial de la India o de Indonesia, y no mucho por detrás de Brasil. Su producción de energía eléctrica de 357 terawatt/horas al año es un poco mayor de México e Indonesia y, en proporción a su población, mayor que la de Brasil y la India. Estos muy fuertes fundamentos económicos de Irán implican que su prioridad tiene que ser minimizar el impacto de las genocidas medidas coercitivas occidentales por medio de una decisiva gira hacia la región eurasiática.
Parte de este proceso incluye mayor uso de las monedas nacionales regionales en sus transacciones comerciales y financieros. Gran parte del comercio regional de Irán ahora se hace en monedas nacionales y desde 2018 el intercambio comercial entre China e Irán se ha hecho cada vez mas ede esa manera. Desde el año pasado todo el comercio entre Irán y Rusia se hace en rublos y riales, las respectivas monedas nacionales de ambos países. El sistema de pagos Mir de Rusia y su sistema de pagos interbancarios SPFS se han integrado completamente con Shetab y SEPAM, sus homólogos sistemas iraníes. El sistema Shetab también se ha integrado con países vecinos como Qatar, Kuwait y Bahrain.
Este proceso de la desdolarización será una defensa importante contra la amenaza de altas tarifas norteamericanas las cuales podrían provocar serios desequilibrios en la balanza de pagos de los países del mundo mayoritario. De todos modos, está claro que una mayor integración de Irán en la enorme economía eurasiática es esencial para defender su independencia y soberanía nacional. En este sentido, el Acuerdo de Asociación Integral con Rusia acompaña el proceso para finalizar el acuerdo de libre comercio con la Unión Económica Eurasiática. Y también explica la relevancia del enfático compromiso del nuevo Acuerdo entre Irán y Rusia de promover la paz en Asia Oeste, Asia Central, el Caspio y Transcaucasia.
Los países de la OTAN quieren desestabilizar la región para impedir un nuevo orden mundial más justo y democrático. Türkiye, país miembro de la OTAN, e Israel colaboran para el momento para lograr sus fines expansionistas. Ambos Rusia e Irán mantienen importantes relaciones económicas con Türkiye pero comparten la condena de los acontecimientos en Siria donde se repiten con matices similares las secuelas de la destrucción de Libia de 2011. Fue el Primer Ministro Recep Erdoğan que tramó con Israel y sus patrones norteamericanos el catástrofe en Siria e impuso los grupos terroristas derivados de ISIS y Al Qaeda en el gobierno, fuerzas que desde los años 1990s han amenazado la estabilidad de los países de toda la región.
Otro componente central del nuevo acuerdo estratégico entre Rusia e Irán para consolidar sus relaciones económicos y políticos es el desarrollo del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur. El Corredor tiene tres ramas que incluye varias rutas marítimas y conexiones terrestres por carretera y ferrocarril que van a potencializar mucho más comercio entre India, Asia Central, Transcaucasia, Europa Este y Rusia. El Corredor permite mayor tráfico comercial desde los puertos de Mumbai y Kandla en la India hasta Rusia y Asia Central, y desde estos países hacia África Este. Además, reduce el tiempo de transito del comercio en más de 40% en comparación con el Canal de Suez, con una reducción de costos de alrededor de 30%.
Ahora Rusia ha acordado construir un tramo importante de ferrocarril de 162 km en la costa del Mar Caspio entre las ciudades de Rasht en Iran y Astara en Azerbaiyán. Otro tramo de ferrocarril importante programado para entrar en operación al final de este año es de 634km entre el puerto de Chabahar en el sur de Irán y la ciudad iraní de Zahedan, en la frontera con Pakistán y Afganistán. India e Irán firmaron un acuerdo el año pasado entregando control de parte del puerto iraní de Chabahar a la India. Junto con este crucial aspecto de transporte comercial terrestre y marítimo por medio del Corredor Norte Sur por medio de Azerbaiyán, el nuevo acuerdo integral entre Rusia e Irán también contempla el envío del gas ruso a Irán con la posibilidad de alcanzar 55 mil millones de metros cúbicos al año.
Azerbaiyan es un socio en diálogo de la Organización de Cooperación de Shanghai y también ha declarado su intención de integrarse al grupo de países BRICS+. Ambas estructuras incluyen China, India, Irán y Rusia. Las aspiraciones de todos estos países en la región se desarrollan basado en el criterio esencial de respeto para los intereses soberanas de las naciones y la cooperación complementaria para el beneficio mutuo. Son estos principios, y no la competitividad capitalista de suma cero al estilo occidental, que guían el desarrollo de la región eurasiática. Con su nuevo acuerdo estratégico con Rusia basado en estos mismos principios, el protagonismo de Irán ahora asume una importancia todavía mayor para garantizar el desarrollo, la paz y la estabilidad en la región y en el mundo.