Veinte años y tres meses en prisión es la sentencia condenatoria que recibió un degenerado sujeto que en agosto del año pasado violó a su hija de apenas ocho meses de edad. Se trata de Ricardo Salas Martínez, actualmente de 24 años de edad.
Los hechos ocurrieron el 30 de agosto de 2016, cuando Ricardo, su esposa y su hija de ocho meses estaban en su casa de la zona Centro, en el municipio Asientos, en México.
En determinado momento, la joven madre de familia salió del domicilio a comprar material para hacer unos trabajos de manualidades.
Dijo a Ricardo que le encargaba a la bebé, quien estaba dormida.
Fue ese momento que el infeliz, quien en abril de ese año había participado en el viacrucis representando a Cristo, aprovechó para violar a su propia hija.
Al regresar la madre y ver que la niña no dejaba de llorar y sangraba de sus partes íntimas, preguntó asustada a Ricardo lo que había ocurrido. Él dijo que al estar haciendo ejercicio la niña despertó, la puso en la andadera y continuó ejercitándose; y que en determinado momento la niña cayó y se provocó la lesión.
La pareja se dirigió al Hospital General de Pabellón de Arteaga, pero debido a la gravedad del estado de la bebé fue trasladada en una ambulancia a la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El representante social y un grupo de policías ministeriales no tardaron en llegar y detuvieron al criminal, quien continuaba negando haber abusado sexualmente a su hija.
Con las pruebas recabadas que incriminaban directamente a Ricardo, fue consignado al Cereso para varones de la salida a Calvillo en donde el juez de Control le dictó el auto de vinculación a proceso por el delito de violación equiparada.
Afortunadamente los médicos lograron salvar la vida a la pequeña.
Nueve meses y medio después, el juez condenó a Ricardo Salas Martínez a pasar 20 años y tres meses tras las rejas, además de pagar una multa e indemnización.