El impacto de una tragedia en un barrio residencial de Nueva Orleans volvió a encender las alarmas sobre la vulnerabilidad de la infancia frente a la violencia armada
Lee’Lani Brooks, de apenas 9 años, falleció el pasado 16 de mayo luego de ser alcanzada por una bala perdida durante un tiroteo ocurrido días antes en las afueras de su vivienda, ubicada en la ciudad de Nueva Orleans, Luisiana. La menor intentaba resguardar a sus hermanos pequeños cuando fue herida de gravedad en la cabeza, según reportaron medios locales como NOLA, WWL-TV y Fox 8, citando a la Policía de Nueva Orleans.
Los hechos ocurrieron el 12 de mayo, justo antes de las 2 de la tarde, mientras Lee’Lani jugaba frente a su casa. Testigos indicaron que un grupo de hombres comenzó a intercambiar disparos cerca del lugar, lo que provocó que la niña y su madre corrieran hacia el interior del domicilio en busca de refugio. Sin embargo, una de las balas atravesó una ventana y golpeó a Lee’Lani en la cabeza en el momento en que ella intentaba guiar a sus hermanos hacia un lugar seguro.
La menor fue trasladada de urgencia a un hospital cercano, donde fue conectada a soporte vital. Cuatro días después, tras ser declarada con muerte cerebral, su familia tomó la decisión de retirarle la asistencia médica. Su fallecimiento ha generado conmoción en la comunidad y ha sido ampliamente cubierto por medios regionales.