En menos de 12 horas, tres mujeres fueron asesinadas en distintos sectores de San Pedro Sula, Honduras.
La primera muerte ocurrió en la colonia Luis Andrés Zúñiga de Comayagüela, en donde criminales mataron a balazos a Larissa Carranza, de 30 años cuando salía de su casa.
Pocas horas después, en la colonia Centroamérica Oeste, Giovanna Escamilla, de 17 años, murió luego de que supuestamente Osman Orlando Aguilar, de 36, padrastro de la joven, la matara a cuchilladas y luego se quitara la vida al ingerir pastillas de curar frijoles.
El cuerpo de la joven fue encontrado sobre su cama tapado con una cobija, según los vecinos el hombre tenía una relación sentimental con la madre; pero estaba obsesionado con la menor.
El tercer crimen se produjo en la habitación de un motel ubicado en la séptima avenida de Comayagüela. La víctima fue identificada como Fabiola Dalas, quien presentaba varias heridas de arma de fuego.