La temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comienza oficialmente el próximo 1 de junio, se prevé «por encima» de lo normal, con la formación de 11 a 17 tormentas tropicales, de las cuales entre cinco y nueve se convertirían en huracanes y entre dos y cuatro serían de categoría mayor.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) presentó hoy sus previsiones de cara a la temporada ciclónica en la cuenca atlántica, que afecta durante seis meses a Estados Unidos, el Caribe y México y este año presenta un 45 % de posibilidades de que sea más activa de lo normal.
«El pronóstico refleja nuestra expectativa de un fenómeno del ‘Niño’ débil o inexistente y las temperaturas de la superficie del Atlántico cercanas o por encima de la media», destacó en el informe Gerry Bell, jefe del equipo de meteorólogos de la NOAA.
Hasta 2016 el principal elemento responsable de una actividad ciclónica por debajo de lo normal en el Atlántico ha sido «El Niño», muy presente en el Pacífico, que inhibe la formación de huracanes en el Atlántico.
En una temporada considerada normal para la NOAA se forma una media de 12 tormentas tropicales, de las que 6 se convierten en huracanes y 3 de ellos alcanzan categorías superiores, a partir de 3 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson.
El organismo precisó que hay un 35 % de posibilidades de que la temporada ciclónica, que concluye el 30 de noviembre, sea «cerca» del promedio y solo un 20 % de que esté por debajo de lo normal.
El número de tormentas previstas para esta temporada incluye a Arlene, la primera tormenta tropical de 2017, que se formó en abril pasado en mitad del Atlántico, más de un mes antes del comienzo de la temporada.