Rocío Cortés Núñez de 26 años de edad, murió en un ascensor en el hospital de Valme, en Sevilla, después de que su cabeza quedara atrapada en un ascensor del hospital.
Fuentes cercanas a la familia han explicado que la joven pasaba a otro piso después de salir de una cesárea; al salir del ascensor, la camilla quedó atrapada dentro del elevador, quedando la cabeza dentro.
En la tragedia la infortunada quedó con la cabeza despegada del cuerpo y según el personal sanitario que allí se encontraba no se pudo hacer nada para frenar el ascensor. «Fue una película de terror. Espantoso», narran algunos testigos de la macabra escena.
Los bomberos tuvieron que trabajar durante dos horas para recuperar el cuerpo.