La señora Brandy Jaynes, de 36 años, quien fue bautizada en las redes como la mamá diabólica, fue sentenciada a inicios de la semana 15 años de prisión por encerrar durante dos años a su hijo en el baño de su casa en Toquerville, en Utah.
Fue tal la tortura que sufrió este menor de 12 años que al momento de ser rescatado parecía ser un sobreviviente de los campos de concentración nazi, estaba completamente desnutrido y pesaba el equivalente a dos piedras.
Sus hermanos declararon a la policía que el niño permaneció encerrado ahí durante al menos un año y que su mamá les prohibió que hablaran con él durante los últimos 6 meses.
Por si esto no fuera poco, la sádica mamá instaló una cámara web con wifi para monitorear en todo momento al niño, de quien se presume era encerrado en completa oscuridad en un baño nauseabundo.
Ella se declaró culpable de todos lo cargos y deberá cumplir su sentencia en una prisión del Estado de Utah, en Estados Unidos.