La Fiscalía estadounidense de Illinois anunció que han recibido al menos 500 denuncias de abuso sexual cometidos por sacerdotes y miembros del clero por lo que están investigando a las seis diócesis de dicho Estado.
Según las primeras investigaciones que abarcan siete décadas, la iglesia católica encubrió drásticamente a estos depredadores sexuales ya que en la lista que publicaron los Obispos solo incluyeron a 185 curas.
Así mismo denunciaron que las acusaciones no fueron investigadas apropiadamente o en abosulto por parte de las autoridades eclesiásticas y casi nunca notificaron a las autoridades policiales o al Departamento de Servicios para Niños y Familias del Estado.
Al elegir no investigar a fondo las denuncias, la Iglesia Católica no ha cumplido con su obligación moral de proporcionar a los sobrevivientes, feligreses y al público un informe completo y preciso de todos los comportamientos sexuales inapropiados que involucran a los sacerdotes en Illinois, explicó al fiscal Lisa Madigan.
Este descubrimiento es mayor que la investigación en Pensilvania, que el pasado mes agosto reveló que más de 300 sacerdotes habían abusado de menores en las últimas siete décadas.